Un pequeño boquete en el techo de cañas, escombros en el piso y lo peor, percheros y estanterías vacías. Esa fue la dramática escena con la que se topó ayer en la mañana Verónica Doque cuando ingresó a su tienda de ropa unisex ubicada en una esquina de La Bebida, en Rivadavia. Y es que su local fue blanco de un ladrón que supuestamente estaba vestido con ropa militar y que luego de treparse por una casa cercana, hizo un boquete en el techo de la tienda para entrar a robar. Luego, ese sujeto se descolgó y cargó en unas mochilas, gran cantidad de pantalones, remeras y otras prendas de vestir, por unos 10.000 pesos, aseguró la propietaria del local atacado.

El "escruche" (robo en ausencia de moradores) fue perpetrado alrededor de las 6.30 de ayer en la tienda "Moha", ubicada en la esquina de Ignacio de la Roza y Kenny, en La Bebida, Rivadavia. Desde hace unos 5 años, Doque atiende en esa intersección y el de ayer fue el segundo robo que sufrió, aunque el más dañino, contó la mujer.

Aparentemente, un sujeto trepó por el portón de una vecina lindante y caminó hasta llegar al techo de la tienda. Luego, hizo un hueco en las cañas y en el telgopor que recubría esa parte. Después, el ladrón arrancó el cable de TV de la vecina y lo usó para descolgarse por el boquete, explicaron.

Adentro, el delincuente agarró unas 4 mochilas y cargó allí más de 50 pantalones de jean de mujer, otros 20 pantalones para niño, más de 20 remeras, 2 camperones, 10 pulloveres y unas 24 prendas íntimas, calculó Doque, quien además agregó que la alarma del negocio se activó mientras robaban.

Cargado el botín en las mochilas, el ladrón tomó dos banquetas y las acomodó para llegar de nuevo al techo usando el cable que utilizó para descolgarse, señaló la damnificada.

Pero los ruidos que causó el ladrón y el fuerte sonido de la alarma, despertaron a una vecina que se asomó por la ventana. Esa mujer fue quien vio a un sujeto vestido con ropa de militar escapando por la calle con unos bultos, comentó Doque.

"Ahora tengo ganas de irme. He acomodado lo poco que me quedó y me lo llevo a mi casa (vive en Capital) hasta ver qué decido hacer. El dueño del salón me dijo que arregle el boquete y que de allí vea, pero no quiero quedarme. Calculo que me han robado unos 10.000 pesos en ropa", comentó indignada Verónica Doque, la propietaria de la tienda atacada.