Esta vez no se las ingenió para escabullirse a la vista de sus custodios, como lo hizo en la tarde del 15 de julio de 2008, cuando dejó en el misterio cada circunstancia de su escape y en serios problemas a los guardias que lo vigilaban al terminar el recreo. Ayer, pareció optar por un método más cristalino y de choque: apenas le abrieron el alambrado perimetral de la cárcel para que saque un tacho con basura, corrió a toda velocidad, a cara o cruz. Según fuentes penitenciarias, durante unos 300 metros, "El Fofo" Rodolfo Almeida (32) alimentó un sueño de libertad que de todos modos parecía difícil de conseguir, porque el guardia que vigilaba su laborterapia en el penal de Chimbas le siguió los pasos de cerca, porque hubo disparos intimidatorios desde las garitas que pusieron en alerta al resto de los penitenciarios y porque entonces los caminos de "El Fofo" se estrecharon hasta dejarlo sin salida.

"Habrá corrido unos 300 metros hasta que fue recapturado en la zona Norte contigua al perímetro del Servicio Penitenciario. Ahí se resistió y hasta lesionó a un guardia", dijeron ayer altas fuentes penitenciarias. Rodolfo Almeida -explicaron- estaba alojado en el anexo 3 sector 1, igual que otros 11 internos que fueron destinados en ese lugar por problemas de convivencia con otros presos. Y ayer a las 8 salió con otro preso y un custodio a dejar la basura para que la recogiera un camión municipal -dijeron- porque desde diciembre pasado le habían dado cierta "confianza" en su tratamiento para intentar reinsertarlo socialmente.

"El Fofo" Almeida es conocido por aquella sonada fuga del 15 de julio y porque además parece seguir los pasos de su hermano, el tristemente célebre Daniel "El Sandro" Almeida, alguien que carga en sus espaldas con tres fugas del penal, una condena por homicidio y el resonante caso de la toma de tribunales el 17 de abril de 2001.

La vida de "El Fofo" estuvo siempre ligada a casos policiales. Según la policía, registra varios ingresos a comisarías cuando era menor y a partir de 1996 cuenta en su "palmarés" con siete entradas al penal de Chimbas. El 16 de mayo de 2007 fue condenado a 9 años de cárcel por 16 delitos (11 robos, 2 hurtos, amenazas agravadas, tentativa de homicidio y privación ilegítima de la libertad), y al año siguiente se fugó, al parecer, luego de desprender el alambrado en un costado del perímetro, correr hasta una garita sin custodia y huir por una ventana al cabo de un recreo.

Cayó en manos de la policía el 25 de mayo de 2009 en Rivadavia cuando conducía una moto y chocó con el conocido ex comisario Raúl Morán. Al año siguiente, precisamente el 27 de abril de 2010, el juez en lo Correccional Eduardo Gil lo condenó a 1 año y 1 mes de prisión por la evasión y resistir su arresto, y absolvió a dos guardias que llegaron acusados de facilitar, por negligencia, aquel escape.

Esta última condena y la de 9 años se unificaron en una pena de 10 años de cárcel que, según las fuentes, Almeida cumple su castigo en el año 2016, precisaron.