Una de las causas más escandalosas que se recuerden en la provincia de San Juan tuvo este miércoles sentencia en el marco de un juicio abreviado llevado a cabo en una sala del Tribunal Oral Federal local. Se trata de una investigación en donde se descubrió el borrado de deudas en AFIP y la venta de facturas truchas. 

En el banquillo de los acusados había 14 personas entre contadores y empleados. No todos querían el camino del juicio abreviado, pero este miércoles negociaron ir por ese camino y evitar dilatar los tiempos.

El debate fue llevado a cabo el juez sanjuanino Hugo Echegaray, el mendocino Daniel Carelli y la puntana Gretel Diamante, mientras que por el Ministerio Público Fiscal estará Francisco Maldonado.

Las penas acordadas fueron entre 3,5 y 5 años de prisión. En el caso de los exempleados de AFIP se le agregó la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. 

El resonante caso

Según consta en el expediente, los implicados en la megaestafa fueron el contador Cristian Olmos y Daniel Humberto Fornari, quienes figuraban como coautores del delito de asociación ilícita fiscal, en carácter de jefes u organizadores; Rubén Darío Falcón, Walter Doublas Prividera y Manuel Francisco Montivero Miranda, como integrantes de esa asociación. Estos últimos eran empleados de la AFIP que cumplían la misión de manipular el sistema informático de la entidad para borrar las deudas impositivas.

En los casos de Julio Andrés Ayala y Raúl Ricardo Peña, eran quienes vendían facturas truchas, mientras que Luis Alberto Alé ofrecía el servicio de borrado de deudas. Otras de las personas que aparecen como integrantes de la banda son César Esteban Vignoli y Fernando Jolivot, quienes habrían sido los responsables de captar clientes, según señala la acusación. Edmundo Novelli, uno de los dueños de la franquicia de helados Grido, también está en la mira, pero con una menor participación, ya que se vio beneficiado con la supresión de los impuestos en la AFIP.

Por último están Héctor Quirós, quien transfería saldos inexistentes de libre disponibilidad, y Antonio Ribas, que junto a Antonio Monteleone cumplían tareas menores.

Sólo Jolivot y Novelli recibieron penas de prisión en suspenso, es decir no irán a la cárcerl.