El diputado nacional Eduardo Cáceres dijo una cosa al ingresar, ante los medios, y otra cosa adentro, en el despacho del juez. "Vengo aclara todo", expresó luego de la requisitoria periodística. Una vez que ingresó, prefirió no declarar y sí recusar al fiscal de la causa, Juan Manuel Gálvez, como había adelantado este diario.

El legislador -ahora licenciado- mostró frente a las cámaras la intención de dar su versión de los hechos por la denuncia de violencia de género que pesa sobre su figura realizada por su expareja, la exfuncionaria nacional Gimena Martinazzo.

"Vengo a aclarar todo, hay dos familias dañadas. Me puse a disposición de la Justicia desde el primer día. Vengo a aclarar todo, mientras más rápido mejor", dijo cuando llegó a Tribunales. "Es un tema muy sensible, cada  27 horas en el país muere una mujer", agregó.

Nada de eso hizo adentro. Lo único que a través de su abogado realizó fue la recusación al fiscal Gálvez. ¿Qué argumenta Cáceres? El legislador esgrimió que el representante del Ministerio Público podría perjudicarlo porque, en primer lugar, tendría una ideología política distinta a la de él, debido a que hace 10 años publicó en una red social un saludo de despedida por el fallecimiento del expresidente Néstor Kirchner.

Y, en segundo término, planteó que tiene una enemistad manifiesta con su padre, el juez federal Miguel Gálvez, a raíz de cruces de opiniones que reflejó este medio. Ambas acusaciones fueron rechazadas por el fiscal,

El juez del Cuarto Juzgado Correccional, Federico Rodríguez, definirá el próximo miércoles si hace lugar al pedido de la defensa de Cáceres.