El trabajo para el interior de la provincia comenzó el 27 de octubre en Niquivil, Jáchal, y culminó el viernes en Pocito. Durante esos casi cuatro meses, el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) recorrió 60 localidades, donde logró detectar que hay casi 50 mil familias que necesitan una casa. Pero estiman que la cifra será de casi 60 mil, una vez que en marzo finalice el programa de reempadronamiento previsto para el Gran San Juan. Así, la provincia tiene un déficit de viviendas importante que, si se tiene en cuenta el Censo de 2010, donde se registraron 188.946 casas, el faltante representa el 30 por ciento de las viviendas que ya están construidas. Es decir, por cada 3 casas existentes, hace falta construir una cuarta.


El operativo que llevó adelante la gestión uñaquista no es menor, ya que logró depurar el antiguo padrón de postulantes al IPV. Hasta hace más de un año, no se sabía con exactitud qué cantidad de personas realmente necesitan una solución habitacional porque la lista contaba varias irregularidades, como personas fallecidas o que ya contaban con una casa. Además, la labor de los trabajadores del IPV es clave porque le permite a las autoridades provinciales contar con información certera, localidad por localidad, para así definir políticas para lograr dar una solución concreta.


Según los datos oficiales preliminares, obtenidos tras el operativo de cierre del viernes, el déficit habitacional de la provincia asciende a 49.370 familias. De esa cifra, el 33 por ciento representa nuevos inscriptos al padrón, mientras que el resto, 33.085, son reempadronamientos (ver Infografía). Para contar con el número final el IPV llevará delante recorridos en distritos del Gran San Juan, comenzando hoy con Rawson después será Chimbas; más tarde, del 5 al 9 de marzo en Rivadavia, y la última semana del operativo, del 12 al 16, recorrerán Santa Lucía. Según las autoridades del IPV, la cifra total no deberá superar los 60 mil inscriptos.


La construcción de casas en uno de los pilares del Ejecutivo y ha quedado evidenciado con las 3.200 viviendas que el Gobierno entregó el año pasado de la mano del Instituto Provincial de la Vivienda. Según el funcionario, el objetivo ahora es incrementar ese número en 800 entregas más para este año para alcanzar las 4.000.


Sobre el proceso de reempadronamiento y los resultados obtenidos, el interventor del IPV, Juan Pablo Notario, indicó que "gracias a eso, hoy sabemos cuál es la necesidad de vivienda en toda la provincia. Lo que nos permite establecer políticas para paliar ese déficit habitacional. Uno de esos mecanismos, es la puesta en marcha del banco provincial de tierras, donde ya tenemos 320 terrenos ofrecidos y seis comprados". Con eso, el Gobierno busca construir casas donde sea más conveniente para los vecinos.


Por su parte, el subinterventor del IPV, Daniel Gimeno, agregó que un punto central para dar una solución al déficit "es que cada beneficiario pague su cuota, porque esos recursos se vuelcan a más viviendas". Recordó que está en marcha la moratoria, vence el 30 de junio, y que gracias la regularización de deuda ya se ha podido recaudar 17 millones de pesos.