Los reclamos de aumentos salariales en paritarias iniciaron marzo con demandas de hasta un 40% de incrementos de sueldos, por parte de los gremios enrolados en las opositoras CGT Azul y Blanca y de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA).

La embestida inicial estuvo a cargo del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios que lidera Carlos Acuña y que milita en el sector del gastronómico Luís Barrionuevo y que según, adelantaron a DyN, ese gremio ratificará en los próximos días, un pedido de aumento salarial del 40%.

Las fuertes demandas de incrementos de sueldos que se anuncian desde el barrionuevismo quedo graficada ayer cuando en declaraciones radiales el gastronómico Dante Caamaño aseguró que la inflación del año pasado en su sector, se ubico en un "37 por ciento y que por ende ese sería el monto incremento salarial a reclamar".

Pese a asegurar que "nosotros no somos loquitos, somos más que prudentes", Camaño dijo además que "ya en diciembre del año pasado, estábamos perdiendo un 6 por ciento del poder adquisitivo de nuestros salarios".

En tanto, el secretario general de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), Pablo Micheli, dijo que su sector resolvió que "la pauta salarial para este año no debe ser inferior al 30 por ciento de aumento".

El estatal explicó que "ese monto fue decidido en base al costo de vida, la inflación y el crecimiento de la economía del 8 por ciento". Micheli insistió por enésima vez que antes de discutir sueldos en paritarias "se debe reunir el Consejo del Salario Mínimo para fijar el nuevo piso salarial y no hacerlo al revés como se viene haciendo hasta ahora que primero se discuten paritarias y a mediados de año de fija el nuevo salario mínimo".

A su turno el vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, se refirió a las negociaciones salariales y aseguró que "la preocupación central para mí no es la negociación, la preocupación central es que hay una escalada de pedidos que tienen que ver poco con la realidad". Acotó que los gremios "ya no están pidiendo porcentajes, están pidiendo mínimos remuneratorios, que ni siquiera los quiero decir porque si no son la base de lo que piden los siguientes". Aseveró que en esta escalada, "no se está mirando ni el empleo, ni la productividad, ni la competitividad, es decir, no se está mirando cómo nos va a ir si nos desbordamos".

Funes de Rioja, enfatizó que "lo que piden, no lo veo como una cifra lógica. Cifras que superen lo que es la estimación de inflación probable, proyectan hacia arriba, empujan y espiralizan expectativas".

En declaraciones radiales Funes de Rioja advirtió que "los salarios industriales no están atrasados. Acá no hay recuperación, sino que tratan de sacar una tajada mayor, ahora esa tajada mayor implica generar inflación pura y en muchos casos arriesgar mercados desde el punto de vista interno y externo". Además, explicó que "un aumento de salarios que no tiene un correlato de productividad, evidentemente se basa en un aumento artificial, y ese aumento artificial tiene una repercusión directa desde el punto de vista de la expectativa inflacionaria". Agregó en ese sentido que "entonces póngale usted el porcentaje que le ponga, el numero que usted me dice o lo que nosotros pensábamos a principio de año que la negociación salarial debía estar entre el 15 y el 20% y no arriba del 20%, ahora usted está poniendo cifras que están subiendo eso a un 40%, y arriba de eso hay otros que ponen otros números, entonces todo eso es artificial".