El Gobierno nacional reiteró ayer que las primarias abiertas y simultáneas se realizarán el próximo 14 de agosto, pese a la nueva advertencia de la Justicia Electoral que aseguró que "es imposible llegar" a esos comicios "con el padrón actualizado", lo que volvió a encender la polémica con la oposición por la nueva Ley Electoral.

"El padrón no va a estar actualizado. Por más que nos apuremos y pongamos la mejor voluntad, no vamos a llegar, es imposible", enfatizó la jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría.

Al nuevo cruce se sumaron las críticas de los candidatos de la oposición Mauricio Macri, Elisa Carrió y Francisco de Narváez, quienes plantearon sus dudas sobre el desarrollo de esos comicios y también consideraron que son de "imposible cumplimiento". Servini de Cubría indicó que hay "millones" de cambios de domicilios que "incorporar" y que esas modificaciones no se podrán aplicar para actualizar el padrón en los plazos previstos.

En relación a la nueva Ley Electoral, aclaró que "no se le ha bajado el pulgar", pero insistió con que "hay una serie de dificultades para aplicarla, sobre todo en algunas provincias". Detalló que uno de los inconvenientes es el poco tiempo existente entre la fecha prevista para las primarias, el 14 de agosto, y la establecida para las generales, el 23 de octubre. Pero el Gobierno nacional minimizó el nuevo reclamo y volvió a garantizar la realización de los comicios a través del ministro del Interior.

Florencio Randazzo replicó las críticas de algunos dirigentes de la oposición al acusarlos por "tener miedo de someter sus candidaturas al conjunto de la ciudadanía". Randazzo recordó que "esta es una ley que votó el Parlamento nacional", para luego subrayar que "tenemos que cumplir con su aplicación", prevista para el segundo domingo de agosto.

"Veo una actitud temerosa de algunos candidatos. Tienen miedo de someter sus candidaturas a la consideración del conjunto de la ciudadanía", sentenció Randazzo, para descalificar los cuestionamientos de opositores.

Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, opinó que "es bastante confuso" el calendario electoral que se planteó a nivel nacional. "No me pareció una buena propuesta. Es como querer encorsetar un sistema, el cual no sé si tiene fundamento, obligando a todo el mundo a votar en la interna. Es otra fecha más en la que movilizamos a la gente", cuestionó. En línea con sus críticas, la precandidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, advirtió que la norma electoral "es de imposible cumplimiento" porque los jueces con competencia en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires "están manifestando que no pueden cumplir con los plazos. Éstas son las premuras con que se dictan las leyes sin tener en cuenta los plazos, la estructura de la Justicia, los padrones, con una ley no debatida suficientemente", enfatizó la diputada chaqueña.

De Narváez también manifestó sus dudas sobre la realización de ese proceso electoral y el diputado de su sector Gustavo Ferrari llegó a reclamar que se "suspenda la ley de primarias. No puede exponerse al país a una elección presidencial, con un sistema electoral plagado de sospechas", denunció Ferrari.