Negando que haya una grieta entre él y el resto de la Corte, pero planteando diferencias de coyuntura con sus pares, el ministro de la Corte de Justicia, Guillermo De Sanctis, pasó por el programa “A todo o nada” de Radio Sarmiento y cuestionó al presidente del máximo tribunal, Adolfo Caballero, quien había lanzado una dura advertencia contra el fiscal Francisco Maldonado por la imputación que le hizo al cortista Juan Carlos Caballero Vidal por delitos de lesa humanidad. Además habló de la puesta en práctica del fuero de Flagrancia, de la morosidad judicial y de sus planes para mejorar el funcionamiento del edificio de Tribunales, hasta que se construya la Ciudad Judicial.

“Un equipo de elite de la Policía ayudará a investigar el hecho junto con los fiscales”.

¿El sistema de Flagrancia estará operativo en agosto?


- Sí. Se ha trabajado a contrarreloj. Se compró el inmueble, se refaccionó, adaptó y faltan detalles. En el fuero de Flagrancia habrá cuatro jueces, cuatro fiscales y cuatro defensores. Son los encargados de un juicio muy abreviado. Va a ser el sistema acusatorio, con investigación a cargo de los fiscales y juez de garantías. Para garantizar rapidez en la investigación, en el ejercicio de la acción penal y en la sentencia. Flagrancia apunta al que es atrapado in fraganti cometiendo un delito, con las manos en la masa. Entonces, si se hace bien, la prueba no es tan abundante. El tema es hacerlo bien, detenerlo en el momento justo, no antes porque se puede cortar ahí la cadena temporal y la relación causal.

- Del total de hechos que se cometen en la provincia, ¿qué porcentaje corresponde a ese tipo de delitos?


- Entre el 30 y pico y 40 por ciento de las causas penales. Se comienza con delitos que no superen los 15 años de pena, por lo tanto un homicidio no va y tampoco los delitos sexuales. Y en el futuro, andando todo bien, no se descarta ampliar a otros delitos de mayor envergadura. Es una prueba piloto.

- Sus colegas de la Corte se han opuesto durante mucho tiempo a un sistema en el que investiguen los fiscales, ¿por qué el cambio?


- Por la fuerza de los hechos. Porque el Ejecutivo y el gobernador Uñac, el ministro de Gobierno, Baistrocchi, y el fiscal General Quattropani han insistido mucho en esto. Y en una relación armónica que debe haber entre poderes se terminó imponiendo la idea. 

“Que Caballero Vidal diga que se pone a derecho es una obviedad, pero es un gesto”.

-¿Usted está de acuerdo con la investigación fiscal en todo el sistema penal?


- Sí.

- Pero, le insisto, sus colegas se han opuesto sistemáticamente a este mecanismo. Es más, San Juan es una de las pocas en el país que no tiene investigación fiscal...


- Sí, pero que tampoco es una panacea...

- Pero es un atraso...


- Sí.

- Entonces se puede decir que el Poder Judicial viene atrasado


- Se puede decir. 

- ¿Qué beneficio va a traer el sistema de Flagrancia?


- Es un gran desafío. Hay que hacerlo bien. Hay que poner todas las pilas. Si se hace bien y entramos en un ritmo que sea una cadena que no se corte, el beneficio es que en un proceso rápido, el individuo está condenado. 

- ¿La celeridad en las causas es el beneficio más inmediato?


- Claro y es la primera puerta de entrada a un sistema ágil en la pena. Es una experiencia en la que no podemos fallar.

- ¿Cómo se dispara el proceso?


- Lo tienen que atrapar al individuo con las manos en la masa o inmediatamente después, pero no tan después, porque no se debe cortar la relación causal. Porque si dos pibes arrebatan una cartera y atrapan al que no la tiene, creo que ahí se cortó. Lo detienen in fraganti, inmediatamente lo llevan al fuero de flagrancia. Se aboca de inmediato el fiscal que corresponda y junto con sus auxiliares y el equipo de policía especializada, se ponen a colectar las pruebas.

- El accionar de la policía va a ser crucial...


- Se confía mucho en la Policía. Lo he percibido tanto del Ministerio Público como del Ejecutivo. Hay agentes expertos en la investigación y los fiscales tienen que descansar en la Policía, por supuesto, conduciendo. Tienen que estar en las comisarías y tienen que ser asistidos por policías expertos. Los hay y se va a formar un equipo especial. 

- ¿Qué les dijo Caballero Vidal, luego de que estallara su supuesta inacción ante la presentación de un hábeas corpus cuando era juez de primera instancia? ¿Y la presunta amenaza al abogado que defendía a la víctima?


- En una reunión de acuerdo en la Corte, luego de que la noticia estallara, Caballero Vidal pidió relatarle a sus pares su verdad. Esto que declaró Bayugar, el testigo en el megajuicio de lesa humanidad, que era el abogado de Cevinelli, que apareció con vida y que había sido secuestrado. 

- La imputación del fiscal Federal dice que no hizo nada con el hábeas corpus que Bayugar presentó por Cevinelli. ¿Le cree a Caballero Vidal?


- Si usted me cuenta una historia no tengo elementos para dudar de usted. 

- ¿Tampoco los tiene para dudar de Caballero Vidal?


- En primera instancia, usted me está contando una historia y yo no tengo elementos para dudar de usted porque no tengo para contradecirlo ni para refutarlo porque no conozco los hechos que usted me está contando. En ese primer instante, no queda otra que recibir el relato. Creerle, pero pensar en que la verdad no está en ese relato que nos hace a nosotros que no llevamos la investigación adelante ni tenemos nada que ver en esto. Le tengo que creer en ese momento, pero no soy yo el que tiene que creer. La que tiene que creerle a Caballero Vidal es la Justicia Federal.

- ¿Usted cree que sería sano, para que la institución no sufra daño, que Caballero Vidal se presente espontáneamente ante el juez federal y de su versión de los hechos?


- Sí, es un remedio sano y se lo he dicho. 

- ¿Qué le contestó?


- Que estaba pensándolo. 

- Qué opina de las declaraciones de Adolfo Caballero?


- Yo le dije a Adolfo Caballero que se equivocó. No tiene efecto jurídico lo que ha dicho. Primero, el fiscal tiene la obligación de investigar cuando le llega a su conocimiento hechos que pueden constituir delitos. No debe ser ni molestado ni alterado por nadie. Sé que los fiscales nacionales se han manifestado que él se ha sentido intimidado. El presidente de la Corte de la Justicia provincial no tiene ninguna herramienta ni nada, ni puede ni debe, y jurídicamente no existe la posibilidad de parar el accionar de un fiscal, sea federal o provincial. No tiene potestad, ni facultades.

- Pero tiene un impacto importante en la opinión pública


- Sabe el impacto que tiene aquí: una alteración del orden.

- ¿Cree que Caballero quiso apretar al fiscal?


- No. 

- Los fiscales hablaron de una actitud intimidante


- Pero como eso no tiene efecto alguno. Es como una flecha que se le tira a la luna. 

- ¿Qué cree que quiso hacer?


- Me parece que fue una declaración sintiéndose en un ambiente coloquial con el periodista.

- Pero el periodista estaba con el grabador en mano


- Me parece que fue un furcio, desafortunado, improcedente y me parece que es una expresión innecesaria. Por eso la califico de una especie de alteración de un orden ya constituido.


- ¿Conviene que se retracte?


- No lo sé. Hay que preguntarle a Caballero. Pero sí digo que lo que manifestó es inocuo, no tiene efecto jurídico alguno, sí es una alteración del orden ciudadano democrático y constitucional. Es un estar fuera de lugar, que exacerba y enerva a cualquiera. Y que sale de las reglas de juego. La Justicia Federal y la Provincial tienen que convivir y llevarse muy bien porque ambas son de la Constitución nacional. Todos somos jueces y fiscales de la Constitución. 

- Y fue Adolfo Caballero el que de alguna manera lo transforma en una cuestión del cuerpo. ¿No? 


- Si. Eso lo entiendo. Perjudica. No ayuda al cuerpo porque esto es una cuestión del ciudadano Juan Carlos Caballero Vidal por los actos de su juzgado de hace 40 años.

- Pero el comunicado después fue peor. Porque Caballero firma y también lo hace usted, porque lo firma la Corte de Justicia...


- No. Yo no lo firmé.

- Decía Corte de Justicia.


- No. Decía Comunicación Institucional Corte de Justicia. Después hubo otra reunión donde le dije al Presidente, frente a los pares, que fue muy poco feliz y en cuanto al comunicado, también le dije a Caballero y a los demás “miren colegas, en lo sucesivo, les pido por favor y me pido a mí mismo, que el que tenga algo que aclarar lo haga a título personal y no cerrar el comunicado con Dirección de Comunicación Institucional.

- En ese comunicado, Caballero decía que él se refería a que la persona que iba a tener que probar es el testigo y no el fiscal. Un fiscal mendocino, en otras declaraciones, lo corrigió diciendo que el testigo no tiene que probar la imputación de nada. El que lo tiene que hacer es el fiscal. ¿Es ignorante en estos temas el Presidente de la Corte?  


- Le tienen que preguntar a Adolfo Caballero ese tipo de cosas, no a mí. 

- Hemos intentado entrevistarlo nuevamente, pero se ha negado.


-(Silencio).

- ¿Esto abre una grieta dentro de la Corte? 


- No.

- ¿Pero abre una distancia porque usted piensa distinto en estas cosas?


- Que yo haya sentido, no me ha abierto, hasta aquí, ninguna distancia. Lo que he dicho públicamente lo he dicho en privado y hay que estar preparados, humana y moralmente, para sostener en público lo que se dice en privado. Entonces, tampoco estoy ofendiendo ni diciendo nada que ofenda. Caballero Vidal está preparando su defensa, lo van a llamar o se va a presentar o ambas cosas. Con sus defensores, tiene que probar su verdad. Segundo: los dichos del Presidente de la Corte, no los comparto, se lo manifesté, están fuera de lugar.

- Esa es su opinión, pero ha sido histórico, ya que no se recuerda una cosa así...


- A nivel social y mediático, sí. Puede ser. Es inédito.

- En los seis meses como cortista, ¿cuáles son los grandes problemas que tiene hoy el Poder Judicial?


- El servicio de justicia está como en toda la Argentina. Complicado en algunos temas. En la morosidad judicial por ejemplo. El ponerle mora, que es demora de salir un juicio no es la demora de dictar sentencia. Usted la va poniendo demora a todo lo largo del juicio. Y después, en un típico proceso de conocimiento, pongamos el ejemplo civil, laboral, el núcleo duro es la etapa de la prueba, cuando se abre a prueba el proceso. Se pone audiencia para recibir las testimoniales, las declaraciones y las pruebas que debe rendirse en los estrados del Juzgado, lo pone ya para el año 2018. Hoy hay casos de esos. 

- ¿Es porque están abarrotados de trabajo?


- O no. Hay juzgados que andan muy bien. Hemos creado el área de control de gestión, de calidad y estadísticas. Ya se ha designado al director. Se va a seguir llenando el organigrama y se van a poner a trabajar porque se va a controlar. 

- ¿Ya hay algún resultado?  


- El área orgánica recién está conformada. Pero la Corte ha hecho auditorías antes. La que yo he protagonizado es una que ha terminado recientemente. Hicimos una auditoría con un sistema que ya contamos.

- ¿Cuál ha sido el resultado de esa auditoría?


- Se ha comenzado por los tribunales Civiles y Laborales, y ha estado especialmente dirigidos a la etapa de la prueba. Dentro de ella, las audiencias, que se estiran mucho. ¿Qué resultados dio? Que hay juzgados, dos o tres, que funcionan muy bien y que rinden toda la prueba de la que se debe rendir en no más de 90 días, que es lo que corresponde. Incluso, como resultado de esa auditoría, la Corte emitió una acordada muy severa que ya ha sido notificada a los jueces. Entonces, el paradigma va a ser: ustedes pongan audiencias y tómenlas dentro de los 90 días como máximo. Hay jueces que la hacen y hay juzgados que no. 

- ¿Con las mismas características y con la misma cantidad de personal?


- Con idénticas características cada uno de ellos.

- ¿Cuál es el juzgado que peor resultados dio?


- Hay juzgados buenos, regulares y hay otros que están mal. 

“Los jueces ejercen un liderazgo social que muchos no tienen conciencia o dimensión”.

- ¿Cuáles son los que están mal?


- Permítanme que guarde reserva por cuestiones de decoro.


- Si son dos o tres los que están funcionando muy bien, como usted dijo, lo está haciendo una minoría...


- Y, sí, es así. Se los he dicho descarnadamente. Lo que vamos a hacer es reunir a todos en la misma sala, a los expeditivos y al más lento, y hablaremos descarnada y severamente porque además, no puede ser que no pongan la audiencia preliminar. En esa audiencia, el juez tiene que cumplir una misión extraordinaria, para acortar los plazos, que es depurar la prueba. Porque en la morosidad también tienen su responsabilidad los abogados. 

- Ayudaría mucho a reducir la morosidad judicial que vayan a trabajar a la tarde...


- A eso nos dirigimos. 

- Esa canción se ha escuchado muchas veces...


- Si. Yo también. Veremos qué podemos hacer. 

- Otro punto deficiente es lo edilicio...


- Es otra cosa que anda muy mal. Es una gran limitante. El edificio 25 de Mayo no da para más. 

- Los imputados y procesados que van a notificarse o a declarar andan deambulando por los mismos pasillos por los que circulan la prensa, los jueces, los empleados y todos. ¿Hay alguna idea para cambiar eso?


- Eso es denigrante, inconveniente, horrible de ver y peligroso. Estamos trabajando y estudiando un sistema para no mover al detenido no más de cinco metros del calabozo, en la misma dependencia. Ahora estamos en manos de los arquitectos. 

“Cuando un fiscal tiene un indicio suficiente, tiene la obligación de requerir”.

- ¿El funcionario judicial va a tener que bajar hasta el subsuelo a tomar declaración o a realizar la notificación?


- Por supuesto. Los más abundantes trámites por los que se los convoca son para notificar de alguna actuación procesal. Hay veces que hay 70 detenidos en el edificio, y eso no puede pasar. Esos actos de notificación no los lleva adelante el juez y a veces, las indagatorias tampoco. Las hace el instructor de la causa. Entonces, que bajen a una sala de audiencia especial. Espero que la idea que hemos tenido el cuerpo en su conjunto se pueda hacer. Estamos en manos de arquitectos.
 

“En el servicio de Justicia está encerrada la última garantía de los todos los habitantes”.

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