El orfebre Juan Carlos Pallarols terminó ayer en Rosario de cincelar el bastón que usará la presidenta Cristina Fernández el próximo 10 de diciembre. Las últimos golpecitos se lo dieron en Rosario, la capital de Santa Fe desde donde el bastonero presidencial dijo que “la democracia siempre debe ser una fiesta”.

Según contó, a diferencia de los diez bastones que realizó anteriormente para presidentes argentinos, éste tiene como peculiaridad que incorpora “las manos del escudo nacional” que, remarcó el artesano, “son el símbolo de la unión de los argentinos”.

A las 11 de la mañana del jueves, un niño de 5 años llamado Renzo Giani le dio “el golpe número 3 millones”, contó Pallarols, mientras exhibía un contador electrónico conectado al puño de plata del bastón, que daba cuenta de la participación popular en el cincelado del atributo de mando.

Mientras que a las 10 de la mañana de ayer, el orfebre se presentó en el Museo de la Democracia de la Fundación Litoral de Rosario y allí estuvo hasta las 18 para terminar de cincelar el bastón. Decenas de escolares tomaron el martillo y golpearon sobre el cincel que en un extremo posee la forma de las manos del escudo nacional, guiado por la mano del reconocido artesano argentino nacido en Buenos Aires. Luego, firmaron un libro ubicado al lado de la pieza con sus deseos para el futuro del país y de la Presidenta.

En ese libro de más de 100 páginas se pueden leer frases para CFK: “Orgullosa de tener una mujer presidenta”, escribió, por ejemplo, Lizzy de Formosa.

El artesano
Según el realizador del bastón, que comenzó a hacerse el 10 de diciembre del año pasado en Rosario y transitó por 150 ciudades de la Argentina hasta regresar al sitio donde se inició, “poder participar de un hecho así es muy importante, muy emocionante”. “He visto mucha gente llorar al pasar por acá, emocionarse.

La democracia siempre debe ser una fiesta, por lo menos los que hemos pasado por épocas de dictadura y las hemos sufrido, es muy importante que esto siga pasando”, agregó Pallarols. En cuanto al bastón, el artesano que heredó el oficio de orfebre de una familia que se dedica a ello “desde hace 262 años”, según precisó, contó que la empuñadura y el regatón son de plata y el escudo nacional que lo adorna de oro.

También “tiene 24 cardos, uno por cada provincia, como símbolo del federalismo, y tiene tres pimpollos como homenaje a las islas del Atlántico Sur”. Además, detalló que “la madera es el urunday, como todos los bastones que hice”. Se trata de “una madera muy noble, de trabajo, que no se tuerce, no se quiebra, no se corrompe, y una vez pulida brilla por sí sola”, explicó el artesano que agregó “son conductas que deben servirle de ejemplo a quien los porte”. Fuente: Télam