"Hasta nuestros empleados se sienten orgullosos de ver que su capacidad, su experiencia y su trabajo son valorados y utilizados para poner en marcha, al servicio de la Ciudad y del trabajo municipal. Esos equipos que estaban, desde hacía quién sabe cuántos años, mostrándonos la desidia, la inoperatividad y la pasividad. ¡Nosotros nos hicimos cargo, para desterrarlas definitivamente!". La frase la dijo el intendente de Capital, Marcelo Lima, ayer en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante capitalino, en el que fue su discurso de último año de gestión, con más balance integral que anuncios.

A sala llena, con algunos asistentes especiales como los intendentes Sergio Uñac (Pocito) y Aníbal Fuentes, además de Monseñor Alfonso Delgado, entre otros, Lima dejó abierto el trabajo parlamentario. Hubo una fuerte presencia policial y la ausencia notable del sindicato SUOEM, enfrentado con Lima.

"¡Hay algunos agoreros que creen que nos hemos sentado en los laureles! ¡Otros se pasan sus días contando cómo pasan los días los demás! Quizá algunos de ellos estén escuchando estas palabras ahora! A ellos les digo ¡se equivocan!", disparó con aires reivindicativos Lima.

En su speech, el capitalino, cuyo nombre es uno de los que suena para ser candidato a gobernador, no deslizó ninguna apreciación sobre su futuro electoral. Aunque se escucharon palabras con tono de despedida diciendo que "quien por disposición de la ciudadanía asuma el gobierno de la Ciudad de San Juan el próximo diciembre, habrá de encontrarla más moderna, más ordenada, mejor equipada y tendrá, en la estructura provincial, también transformada, un apoyo y complemento eficaz para el cumplimiento de su gestión".

Lima destacó que deja resueltos definitivamente problemas históricos como el estacionamiento controlado, la recolección de residuos ahora automatizada, vendedores ambulantes, artesanos y lavacoches. Además, resaltó la incorporación de semáforos de última generación, pavimentos, y el trabajo de dejar a nuevas varias plazas, entre otros. Y le dedicó una extensa parte del discurso a su labor en lo cultural. De todos modos, afirmó que "todo este esfuerzo no es suficiente. Somos conscientes de esto".

"Pretendemos, señores concejales y amigos vecinos -y les pido disculpas por la insistencia-, que nuestro esfuerzo sirva para que esta municipalidad sea, además de gestora y promotora de los crecientes cambios que nuestra ciudad demande, gestora de sí misma y de su propia estructura, de manera que sus integrantes puedan sentirse legítimos actores de un Estado municipal eficaz, moderno y eficiente. Y no prisioneros de una mezquina mediocridad de un puñado de audaces que, utilizando el esfuerzo común en beneficio propio, no tienen ya lugar entre quienes merecen ser llamados dirigentes", lanzó el intendente, aclarando después que no se refería a nadie en particular.