Jorge Canelas, excónsul de Chile en Bolivia y exembajador, le dijo hoy a un diario de ese país que hay cartas diplomáticas enviadas de Chile a la Argentina donde el Gobierno chileno reconoce que entregó datos cartográficos erróneos a la minera Los Pelambres, la gran empresa trasandina que arrojó millones de toneladas de roca estéril del lado argentino, más precisamente en Calingasta, sin autorización. Si esa versión es real, el Gobierno de Michelle Bachelet debería hacerse cargo de parte de los costos de remover la escombrera de suelo sanjuanino, como ya ordenó el juez Federal Leopoldo Rago Gallo, según Canelas. En pocas palabras, la del diplomático podría convertirse en una versión muy beneficiosa para la minera chilena, que viene peleando en la Justicia por no hacerse cargo de los 200 millones de dólares que implicarían quitar los escombros de la cordillera sanjuanina.

"No importa cómo se haya originado, está claro que el error se originó en el Estado de Chile”, asegura hoy el diplomático de carrera en el diario chileno El Mercurio. “Hay un error reconocido ya en una nota diplomática enviada a Argentina. En ella se habla de error. Si el error fue del Instituto Geográfico Militar (IGM), o de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol), es un asunto que van a tener que resolver las indagaciones y sumarios correspondientes. Todavía no se hace ese ejercicio”, dice Canelas.

Mientras se debaten acerca de quién debe quitar los escombros del suelo calingastino, un informe que pidió el juez Rago Gallo indica que en la zona donde se armó la escombrera hay contaminación provocada por el drenaje ácido que cae de la acumulación de roca estéril.

“...Lo que se va a saber es que hubo negligencia. Si te demoras más de diez años en actualizar los mapas es negligencia. No puede haber otra cosa. Los argentinos están actuando como deben actuar, ante lo que consideran una violación a su soberanía territorial”, agregó el diplomático Canelas.

Hasta el momento ni el Gobierno argentino ni el chileno han certificado la existencia de esas cartas que supuestamente confirman que hubo un error de cartografía y que por eso la empresa Los Pelambres arrojó los residuos en esa zona sin saber que era territorio argentino. Y, al menos, suena extraño que un diplomático que no está involucrado directamente en conflicto, cuente semejantes datos que nunca antes reveló.