La continuidad del juez de Garantías Matías Parrón fue puesta ayer en jaque, luego de que se pusiera en tela de juicio su imparcialidad. El magistrado está al frente del juicio contra el funcionario judicial Mario Parisi, quien está imputado por provocarle lesiones y amenazar a su ex pareja, además de que le enrostraron el delito de desobediencia judicial. Además, debe juzgar el encubrimiento en el que habrían incurrido Juan Pablo Ortega, otro funcionario judicial, y el médico Jorge Gil. Ambos están en la mira por tratar de cambiar la versión de la víctima y beneficiar a su amigo Parisí. Justamente, en la audiencia de ayer se iba a definir si Ortega y Gil iban a ser beneficiados con una absolución contemplada en el Código Penal para todos aquellos implicados que son amigos o parientes de un acusado, pero la parte querellante, que representa a la denunciante de Parisí, recusó al juez Parrón. Según las fuentes, el abogado sostuvo que el magistrado puede verse influenciado en su imparcialidad, ya que tomó conocimiento que, tiempo atrás, trabajó en el mismo juzgado con Ortega. Parrón rechazó el planteo de recusación en la misma audiencia, por lo que el querellante apeló y la causa ahora será definida por un juez de un Tribunal de Impugnación.