La presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió ayer que "avergüenzan" los casos de trabajo esclavo detectados en empresas vinculadas al sector rural y aseguró que ese tema es competencia "de los jueces y la justicia penal", más que "de la cartera laboral".

La jefa de Estado hizo estas declaraciones durante un acto realizado en la Casa Rosada, mientras el Ministerio de Trabajo informaba ayer la constatación de "nuevas irregularidades en el sector rural" en la cosecha de pera y manzana en la provincia de Río Negro.

La AFIP indicó -a través de un comunicado- que se detectaron también irregularidades en un establecimiento yerbatero, en Misiones, y otro de papa, en la provincia de Buenos Aires, en donde 100 trabajadores, entre ellos cuatro menores y dos indocumentados, desempeñaban sus tareas "en condiciones infrahumanas" y en la mayoría de los casos en forma ilegal.

En el extenso discurso que pronunció ayer sobre inflación y trabajo esclavo, la presidenta de la Nación se refirió también a la puja distributiva y sugirió que en vez de aumentos de salarios los empresarios permitan la participación de los trabajadores en las ganancias. "Si la demanda salarial es una cuestión de carácter inflacionario, como pretenden algunos, vayamos a ver cómo está el tema de la rentabilidad de las ganancias, arreglamos por ese lado y no afectamos el tema de demanda salarial", señaló la presidenta.

A su vez, la mandataria evitó ayer hablar de inflación sino de una "inmensa dispersión, distorsión y aprovechamiento de la situación".