Apuesta. Si bien dejó la Intendencia con una mala imagen de gestión, según las encuestas, Elizondo tiene ganas de volver a competir por el sillón comunal.



 

"No nos une el amor sino el espanto", plasmaba Jorge Luis Borges en uno de sus poemas y la frase podría ser aplicable a la situación que viven dos viejos rivales, que en sus inicios fueron catalogados como maestro y alumno en la política. En su etapa beligerante, se tiraron con todo y hasta hubo descalificaciones personales. Pero la idea de recuperar Caucete para el PJ, hoy en manos del aún macrista Julián Gil, ha llevado a que Juan Elizondo y Emilio Mendoza se sienten a dialogar y hasta que no descarten ser parte de la dupla para los cargos de intendente y diputado departamental. Los dos reflejaron que la reconciliación es tal, que se mostraron dispuestos a conciliar en qué puesto podría ir cada uno. Al primero se lo vio más entusiasmado, ya que destacó que las conversaciones están avanzadas.

El peronismo caucetero vive momentos de ebullición, dado que se encuentra en la etapa de definir a la figura que competirá en las elecciones del año que viene, luego de que cuatro años atrás Mariela Ginestar cayera ante Gil. Encima, a las aspiraciones internas de los dirigentes justicialistas se le suma el condimento de que el jefe comunal no descartó sumarse al frente que conduce el gobernador Sergio Uñac. Y este, en una visita por el departamento, manifestó públicamente que en el marco del diálogo con todos los sectores, también hablará con el intendente.

Internista. Mendoza siempre se caracterizó por su constancia para resolver los candidatos a través de internas. De cara a 2019 insiste con su postura.


En el tablero justicialista, Elizondo hoy es concejal, fue intendente por dos periodos y antes había presidido el Concejo Deliberante durante las gestiones de Mendoza, con quien dio sus primeros pasos políticos. Este último estuvo al frente de la comuna en dos oportunidades, también fue diputado provincial y hasta armó su propio partido: Movimiento Popular del Este. Con los años en el poder, cada uno armó su respectiva estructura política y ese es un factor que resaltó Elizondo para juntarse, a la vez que señaló que "la gente manifiesta que sería una fórmula bastante importante" y que "nos ha gustado a los dos". Más cauto, Mendoza remarcó que "no tengo ningún problema en ir en una fórmula con Elizondo" y que le gustaría ir ya sea como candidato a intendente o diputado. Eso sí, expresó que "tendría drama en forzar una fórmula que no la elija una gente nuestra". Su exrival también indicó que si se da la dupla, "la plantearemos al seno del partido provincial y con los sectores del departamento. Se trata de consensuar para tratar de ganar y esperemos que nos habiliten para poder participar".

Sobre los duros enfrentamientos que tuvieron (Ver recuadro), Elizondo recordó que "tuvimos grandísimas diferencias políticas", pero dijo que en la historia han habido peleas y reconciliaciones entre dirigentes. Por su parte, Mendoza sostuvo que "el tiempo en política es bueno" para sanar heridas. Ante la consulta sobre las críticas que puedan surgir de que ambos representen el pasado y que no haya una renovación, el primero indicó que "será la gente la que tendrá que decidir", mientras que el segundo explicó que el recambio no es sólo una cuestión de edad sino que importa el conocimiento y la preparación en la gestión.

No son los únicos que tienen ganas de competir en el PJ caucetero. La concejal Romina Rosas, que junto a Elizondo ha entablado una férrea oposición a Gil, había manifestado ante este medio que "quiere ser alternativa", pero que todo estaba sujeto al consenso y al que mejor mida. Inclusive representantes de la diputada nacional Daniela Castro dijeron en una reunión peronista que también tiene aspiraciones.

Viejas rencillas

Mendoza recordó que una de las cosas que le molestó de Elizondo fueron las críticas que lanzó de su gestión cuando este último fue intendente, ya que no las hizo cuando fue concejal de "El Emilio". Pero uno de los momentos más críticos de la relación fue cuando en enero de 2011, el hijo de Elizondo resultó golpeado en un hecho confuso y el padre culpó al entorno del exjefe comunal. La acusación ofuscó a Mendoza al punto que sostuvo que "hay negros y negros de m... y este es un negro de m...", en referencia a Elizondo.

Además hubo cruces entre ambos por el canal de televisión del departamento y las gestiones de Gobierno que ambos llevaron adelante. En las elecciones de 2011 volvieron a estar enfrentados. Elizondo ganó la reelección y dejó en el camino a Mendoza que jugó con su partido.