Como denunció que fue víctima de maltrato y persecución laboral por parte de su superior, el entonces jefe de Tesorería de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ pidió un traslado transitorio debido al estrés y al cuadro depresivo que padecía, dado que, además, estaba de licencia. Con el paso de los meses, el hostigamiento finalizó debido al cambio de autoridades, por lo que el trabajador presentó el alta médica para regresar a su puesto. Pero en la unidad académica ya habían designado a un tesorero y el empleado pasó al sector del archivo, hasta que fue derivado al área administrativa del Museo de Ciencias Naturales. Por esos cambios de funciones, el damnificado presentó una demanda por daños y perjuicios, la cual tuvo el visto bueno del Juzgado Federal Nº1, a cargo de Miguel Gálvez, y trascendió que fue confirmado por la Cámara de Apelaciones de Mendoza. Así, quedó firme el fallo que condenó a la universidad (que es la persona jurídica responsable para responder ante un reclamo dentro de su ámbito) a indemnizar al trabajador por daño moral por 150 mil pesos más intereses.

Más allá del monto, distintas fuentes judiciales indicaron que el fallo es inédito, por lo que sienta un precedente en cuanto al límite a las autoridades para decidir el traslado de personal que ya tiene asignado un puesto y tareas específicas.

El demandante fue Fernando Sotomayor, quien se venía desempeñando desde hace más de una década como jefe de Tesorería en Exactas. El caso es de febrero de 2008, cuando el trabajador pidió el traslado temporal frente a la situación de maltrato que vivía por parte de su superior, aunque tal solicitud no tuvo respuesta. En julio de ese año, con el cambio de autoridades, presentó el alta médica, ya que había padecido estrés y un cuadro depresivo. Sin embargo, el decano Rodolfo Bloch había designado a un nuevo tesorero en lo que era su primera gestión (hoy también es el titular de Exactas y va por la reelección), por lo que le asignó un lugar transitorio en el archivo. Luego, dispuso su traslado al área administrativa del Museo de Ciencias Naturales.

En la demanda, Sotomayor destacó que fue víctima de persecución y maltrato laboral, cuestionó que se lo confinara a trabajar en el sótano del archivo y que no se le respetara la posibilidad de volver a su puesto, indicaron fuentes judiciales. En el fallo de la Cámara Federal, los jueces Olga Arrabal y Alfredo Porras destacaron que el empleado "teniendo el alta médica, es decir, estando en condiciones aptas para retomar sus tareas habituales, la administración siguió mostrando una actitud contraria a los derechos del trabajador, al haberlo reubicado en el archivo de la facultad y, posteriormente, de manera arbitraria, ilegítima e inoportuna, trasladarlo al Museo". En ese marco, destacaron que "la UNSJ, en su calidad de empleadora, ha incurrido en graves incumplimientos de sus obligaciones que le imponían desempeñarse en su relación laboral con el trabajador "como buen empleador". Es más, resaltaron que la casa de altos estudios "se comportó de manera desinteresada, negligente y con manifiesta indiferencia hacia la protección de los derechos e intereses del trabajador" y que incurrió en una "conducta ilegal y arbitraria", con respecto a "los traslados ilegítimos e inoportunos" de Sotomayor, los cuales le "ocasionaron un perjuicio moral". El juez Gálvez, en su momento, había remarcado que el propio Consejo Superior de la UNSJ había declarado la nulidad del traslado del trabajador al Museo de Ciencias Naturales.