El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, reveló ayer que la organización encabezada por Hebe de Bonafini llegó a financiarse con robos y asaltos, ocultó armas en la Universidad Popular, planearon secuestrar al fallecido ex dictador Emilio Massera y que tenían vínculos con guerrilleros de las FARC y del zapatismo.

Incluso destapó que durante el menemismo, de cara a una ‘organización foquista‘, planeaban ‘mandar a los compañeros a formarse con las FARC en Colombia, con los zapatistas en Chiapas‘ (México) porque ‘no veíamos otra salida, era la única salida lógica: había que generar una resistencia‘.

Schoklender confesó que sus primeros pasos en ese sentido fueron cuando ‘salíamos a recaudar como en los viejos tiempos‘ de los ’70 mediante ‘choreo‘ a ‘negocios, supermercados más bien‘ porque ‘tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina‘. Armado hasta los dientes
Respecto del armamento dijo que ‘era impresionante, teníamos de todo: armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas‘, confió en una entrevista con el escritor y periodista Martín Caparrós, quien la publicó en su blog ‘Pamplinas‘, del diario digital www.elpaís.es.

Schoklender recordó ‘el lugar donde teníamos guardadas las cosas, que era un pozo en el sótano de la universidad: la ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más‘.

Incluso el ex apoderado sacó a la luz que ‘en 1999, 2000, teníamos todo preparado para ir a secuestrar‘ a Massera y confió que ‘le habíamos hecho inteligencia, sabíamos cómo se movía, por dónde, teníamos todo preparado‘. ‘Mi fantasía era hacer algo muy parecido a lo que después fue esa película, ‘El secreto de sus ojos‘ admitió y comentó que la idea era que ‘lo agarrábamos y se perdía, nunca más‘.

Schoklender explicó que ‘yo quería que el enemigo recibiera el mensaje de lo que significaba la desaparición, que supiera cuál era la sensación de estar desaparecido, que nadie sepa si alguien está o no está, si vive, si está muerto. Decirles: ‘esto es lo que hicieron‘.

Reconoció que ‘Hebe se opuso‘ al secuestro de Massera y admitió que ‘al final se demostró que (ella) tenía razón, la historia le dio la razón. Después las leyes de impunidad se derogaron, un montón de milicos están presos y procesados‘.

Schoklender contó que ‘cuando se arma esta alianza con el kirchnerismo, hubo que sacar todo‘ el armamento de la Universidad Popular, ubicada en el barrio porteño de Congreso, así como que ‘hubo que desarmar una estructura en la que habíamos estado trabajando, en la que muchos compañeros habían puesto muchas expectativas‘.

Además indicó que ‘es una mentira que el Estado haga licitaciones. Toda esta cuestión de las licitaciones, concursos de precios, de calidad y de tiempo es una enorme mentira. Los contratos están asignados antes de que salga el pliego, y el pliego se arma de acuerdo al convenio que se haga con alguna empresa o pool de empresas constructoras amigas‘.