Este martes, personal de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía de San Juan allanó el subsuelo del Centro Cívico, concretamente donde está el archivo del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). Allí trabajaba hasta hoy un hombre que fue denunciado por una presunta estafa con al menos una adjudicación. Quedó detenido.

Según fuentes de la investigación, este sujeto de apellido Pereyra (38 años) utilizaba su trabajo para captar personas desesperadas por una casa, capaces de pagar a quien sea por facilitarle una adjudicación. A este empelado se le secuestró de su mochila y de su casa -también se la allanó- documentación y sellos del IPV.

¿Cómo cayó? Una mujer que supuestamente le había pagado 3.000 pesos para lograr la adjudicación de una vivienda que se encontraba sin habitar, recurrió a las oficinas del IPV para chequear si el papel que le había dado Pereyra ya le permitía mudarse. Ahí fue cuando advirtieron que algo no estaba bien. Así las cosas, el caso fue llevado a la Justicia -interviene el Primer Juzgado de Instrucción- y se desató la investigación.

Pero en Defraudaciones y Estafas investigan dos casos más donde el modus operandi habría sido el mismo por parte de este empleado.