En la cuarta audiencia del juicio oral y público contra el asesor del gremio municipal, Antonino D\'Amico, y el secretario general del mismo gremio, Pascual Manchineles, acusados de haber cometido fraude en contra de la administración pública, un perito que trabaja en la Policía Federal Argentina, el contador Santiago Fernández Aubone, dijo que tras revisar la documentación del caso llegó a la conclusión de que hubo cobro "indebido" de una jubilación por invalidez y un haber como activo.

Ambos dirigentes están acusados de haberle ocasionado un fraude al Estado, el asesor gremial por el cobro simultáneo de ambos conceptos, es decir la jubilación por invalidez y un sueldo tanto en el gremio municipal como en la mutual AMOEM, y el secretario general por haberle pagado ambos ítems en su calidad de empleador. Por eso comparecen ante el Tribunal Oral Federal en un juicio oral y público.

Durante la instrucción de la causa, el contador Fernández Aubone fue convocado para que realizara una pericia contable y calculara el monto del perjuicio contra el Estado. Es porque la ley prohibe el pago a una persona de una jubilación y que al mismo tiempo cobre un sueldo. Y constituye la base de la acusación contra los dirigentes.

El perito sostuvo que en base a la documentación que tuvo a la vista determinó que D\'Amico tenía relación de dependencia y que en el caso de que hubiera sido un trabajador autónomo y que hubiera percibido honorarios, como el propio asesor legal expresó en el juicio cuando le tocó declarar, tendría que que haber aportado documentación como declaraciones juradas por el pago del IVA y facturas por los servicios prestados, pero no la encontró. "No había documentación que indicara que el doctor D\'Amico era autónomo", dijo el perito.

Preguntado por los miembros del tribunal por la responsabilidad de Manchineles como empleador, el contador declinó dar una respuesta.

Otro testigo, un ex empleado del gremio y de la mutual, Alberto Secín, que había sido objetado por la defensa de los municipales porque tenía "encono" contra ellos, afirmó que D\'Amico cobraba sueldo, aguinaldo, vacaciones, presentismo, antigüedad y hasta el título de abogado. Él era el encargado de llevar los libros de sueldos y jornales y de confeccionar todos los meses los recibos de haberes del personal. Esos dichos tienen relación a la afirmación de algunos testigos que habían sostenido que el asesor no cobraba un sueldo sino honorarios por la tarea que realizaba tanto en el el gremio SUOEM como en la mutual.