Un incidente en septiembre del 2015. Otro en el mismo mes del 2016 y uno más anteayer. La sucesión de episodios en tan poco tiempo "hartó" al Gobierno provincial -esa misma a palabra utilizó el ministro de Minería Alberto Hensel esta mañana en la conferencia de prensa- y es por eso que el gobernador Uñac decidió ir un poco más allá. 

En síntesis, ordenó que la suspensión de las actividades en Veladero sigan vigentes hasta que los directivos de Canadá de Barrick vengan a la provincia y decidan sobre la continuidad o no de la mina. A esto se les suma una medida judicial que salió del juez jachallero Pablo Oritja para paralizar la actividad en el valle de lixiviación.

Veladero es la mina en explotación más grande de San Juan

En el Gobierno quieren que si la mina Veladero sigue sea con las garantías suficientes para que no ocurra un nuevo derrame. Ya el propio Uñac en el segundo derrame dijo que la empresa "no tiene margen de error" y, así y todo, Barrick volvió a cometer una nueva falta.

De los tres incidentes, el más grave -por el volumen de sustancia que se erogó- fue el que ocurrió en septiembre de 2015

Lo primero que hicieron las autoridades fue suspender las actividades pero, a la vista que ya se hizo y Barrick parece no haber acusado recibo, es que Uñac pide ahora que la decisión y el compromiso venga desde los más altos niveles directivos de Canada, corazón de la toma de decisiones de la empresa minera.