El encargado de llevar adelante la política de salud del Gobierno provincial no oculta su intención de seguir al frente de la cartera.

En el programa ‘A todo o nada‘, de Radio Colón, Oscar Balverdi habló de su deseo de continuar en el Ministerio de Salud Pública, de la motivación que recibe del gobernador Gioja, de una necesaria oxigenación que necesita el área y de la puesta en funcionamiento de una secretaría que tenga en cuenta el avance tecnológico.

-¿Cómo sobrelleva el tema de enfrentarse a los pares?

-Muy bien, a ver, ya lo he vivido, por eso digo que lo miro desde otro ángulo. Cuando me fui de la otra gestión (del gobernador Jorge Escobar), que luego vino la administración de Avelín (Alfredo) y la Alianza, pensaba que podía ser complicado. Le juro que no tuve ningún problema con absolutamente nadie en el hospital. Uno cumple funciones, sigue una política que está instaurada por el Gobernador de ese momento, pero ¿quién trabaja para que le vaya mal al otro? Hay que estar patológico de la cabeza. Usted es amigo de todos hasta que un día le toca dirigir. Entonces, cuando le dice a alguien ‘no dejes el vaso ahí‘, por ejemplo, pasa a ser enemigo de esa persona.

-¿Quiere seguir al frente del Ministerio de Salud?

-Cómo no voy a querer seguir siendo ministro, si he trabajado con amplia libertad y fundamentalmente con alguien al que le planteás ‘pienso hacer tal cosa‘ y te responde ‘hacelo‘. El aumento más grande del Presupuesto 2012 está en Salud, eso se debe a una política del Gobernador de tener en claro de que la salud tenga prioridad. Pero ojo, no soy un librepensador, trato de hacer técnicamente lo que el Gobernador fija como política de salud.

-¿Quedan cosas pendientes?

-Siempre quedan cosas por hacer. Van a pasar 10 años y van a quedar tareas pendientes. Uno le sigue metiendo a este tema porque me apasiona y me gusta lo que hago. Siempre se puede seguir haciendo cosas, esté o no esté yo.

-En el caso de que continúe, ¿necesita realizar una renovación de su equipo?

-Sí, en mi opinión hay que renovar gente, porque se producen desgastes.

-¿Qué áreas necesita oxigenar?

-Primero hay que ver qué va a hacer el Gobernador. Después de que decida, se analizará lo que hay que poner en práctica. Creo que hay lugares a los que hay que oxigenarlos un poco. A ciertas personas, a lo mejor haya que ponerlas en otra función. Quizás uno le ve perfil para otro tipo de tareas una vez que aprendió a manejar algunas otras cosas, porque hay que agarrarle la mano.

-¿Va a haber algún cambio en la estructura de Salud?

-No, la estructura está bien. Tenemos una secretaría que no hemos puesto en funcionamiento. Es un área de Planificación que se va a ocupar de todo el tema tecnológico. En los primeros días del año que viene nos va a estar llegando un resonador de última generación y un tomógrafo que hace unos estudios espectaculares. No es posible que alguien se compre el aparato x, que es de lo más moderno en la parte privada, y venga un señor que adquirió uno usado hace 10 años atrás, que es un buen aparato, y quiera cobrar lo mismo que aquel que posee el equipamiento más moderno. Estas cosas hay que estudiarlas.

-¿Cuándo empieza a funcionar la oficina de Superintendencia de Obras Sociales, para que los afiliados puedan plantear sus quejas y dudas?

-Me prometieron que a fines de año iba a estar terminada, pero sé que estaban pintando y comprando los muebles.

-La gente llama al 0-800 y no tiene respuesta... -Eso es tiempo perdido. Por eso hablé tanto con Manzur (Luis, ministro de Salud de la Nación) y le dije que abriéramos una oficina en San Juan donde la gente tenga la posibilidad de ir a hablar, a protestar y a preguntar también por qué, además, cumple otras funciones. Tenemos cada problema con las obras sociales que no le dan cobertura a la gente y terminamos haciéndonos cargo, porque la persona no tiene escapatoria.

-¿Qué gasto le genera?

-Nos representa un gasto bastante importante. Tenemos un 30, un 40 por ciento de gente con cobertura social que usa el hospital público y el puesto sanitario. Cuando hablamos de recupero, en realidad estamos recuperando la tercera o cuarta parte de lo que nos costó la atención, porque los valores de recuperación están por debajo de los valores base de las otras obras sociales. Una obra social paga, en la parte privada, cerca de 1.500, 1.600 pesos el día de internación en la terapia. Pero si esa obra social me interna un paciente en el hospital y tengo que cobrarlo por la Superintendencia, son 800 pesos. Es un sistema que hay que cambiarlo, pero no está en nuestras manos, sino en las de la Superintendencia de Salud.

-¿Cuánto recauda por el Fondo Hospitalario?

-El Fondo Hospitalario sigue siendo una gran ayuda, con la cual nosotros compramos medicamentos. Es una ley específica que determina la compra de medicamentos y descartables y está supervisado por una comisión y por la Cámara de Diputados.

Juntamos alrededor de más de 4 millones de pesos al año. Las cifras que gastamos en medicamentos son siderales, pero sirve ya que es una ayuda.