Hay frutas y verduras que son imprescindibles para equilibrar la dieta en estos días de cuarentena. El tema es que si acumulamos demasiada cantidad, pueden echarse a perder. Pero existe la posibilidad de mandar una parte al freezer, para no tener que salir tanto de casa a comprar.

“La mayoría de los vegetales se pueden congelar, como por ejemplo, la cebolla, calabaza, aquellos de hoja verde como la espinaca y la acelga, el brócoli y la coliflor”, explica a Con Bienestar Carolina Paula Caligiuri, licenciada en nutrición (M.N. 4.797).

La especialista señala que algunas verduras no están aconsejadas para el freezer porque contienen mucha agua: el apio, la lechuga y el pepino, por ejemplo, ya que, “cuando los cristales de hielo se derriten durante el descongelamiento, estos vegetales cambian demasiado su textura”. Lo mismo sucede en el caso del tomate, “aunque lo podemos llegar a conservar un tiempo si luego lo usamos para hacer una salsa”. En cuanto a las papas descongeladas, quedan blandas, por lo que se recomienda no guardarlas enteras sino en forma de puré.

Procedimiento para antes de congelar los alimentos

Lo ideal es lavar las verduras adecuadamente, separarlas si es necesario y secarlas. “En el caso de las hortalizas, hay que escaldarlas para mantener su estado original”, indica la licenciada en nutrición. ¿Cómo se hace? Colocándolas en agua hirviendo durante un periodo breve, de entre 10 y 30 segundos.

El término “escaldar” consiste en aplicar un tratamiento térmico para inactivar enzimas, que de otro modo disminuirán mucho la calidad del congelado y valor nutricional.

En cuanto a las frutas, se deben congelar en “crudo” para su consumo. “Se lavan, pelan y tal vez, se pueden descarozar”, agrega Caligiuri. Se pueden escaldar aquellas que se congelan para reelaboración, es decir, para hacer dulces, tortas, helados o postres.

Las verduras en el freezer pueden mantener su sabor entre ocho meses y un año. “Recomiendo rotularlas con la fecha que se inició el congelado”, concluye la especialista.