Para algunas personas, hacer ejercicio es como respirar. Simplemente se levantan, se ponen las zapatillas y salen, pero eso no viene por naturaleza. La constancia también es un ejercicio con nosotros mismos. Entonces, ¿cómo se puede hacer para que el ejercicio físico se convierta en un hábito y no en una pesadilla?
 

Un estudio del Diario Europeo de Psicología Social reveló que un hábito, de cualquier tipo, se crea en 66 días. Esto quiere decir que repetir una acción durante 6 a 8 semanas se puede convertir en una conducta que viene automáticamente sin pensarlo, sólo la realizamos.
 

Como los cambios en los estilos de vida requieren tiempo y paciencia, ¿cómo podemos evitar caer en la tentación? Según la entrenadora Paola Marquez, hay que planear los ejercicios con anticipación, como si fueran reuniones, para no evitarlos, según dijo a Elite Daily. Otro consejo es ir con alguien al gimnasio para levantarse el espíritu mutuamente. Además, si alguien está contando con que vas a ir, se vuelve más difícil faltar al gimnasio. Es importante que tengas objetivos realistas y que escuches a tu cuerpo cuando te dice que te tomes un respiro si lo necesitás, no solo si lo querés.