Desde la Asociación Argentina de Cirugía y la empresa de relaciones públicas Verbum dieron a conocer detalles de la hiperhidrosis, un mal por el que la gente transpira en exceso. Este problema afecta tanto a hombres como a mujeres, comienza a manifestarse en la infancia y la adolescencia y llega a su máxima expresión en el adulto joven. En el 50% de los casos hay antecedentes familiares y lo padece el 3% de la población. 



¿Qué es?


La hiperhidrosis es un trastorno que provoca exceso de sudor o transpiración de manera espontánea y en cantidades muy superiores a las necesarias para cumplir con su función principal, que es la regulación de la temperatura corporal. Genera un impacto negativo en la calidad de vida de quien la padece y puede condicionar la elección del tipo de trabajo, la vestimenta y la participación en actividades sociales. 


 
¿Por qué sucede?


Existen dos tipos de hiperhidrosis: 


* La hiperhidrosis primaria es provocada por un exceso de actividad del sistema nervioso simpático que tiene como función regular funciones corporales en forma automática. Se estimula la sudoración en forma espontánea y desproporcionada, particularmente en áreas donde se encuentra la mayor densidad de glándulas sudoríparas como las manos, axilas y pies. Frecuentemente la transpiración se exacerba en situaciones de estrés emocional. 


* Se denomina hiperhidrosis secundaria cuando la sudoración se debe a otros trastornos como disfunciones de la glándula tiroides, infecciones, diabetes, tumores, menopausia o ciertos fármacos. Por ello el diagnóstico de hiperhidrosis primaria debe hacerlo un especialista luego de descartar otras causas posibles de sudoración excesiva. 


¿Cómo se diagnostica?


Lo realiza un médico especialista mediante el interrogatorio y el examen físico. El criterio principal es la presencia de sudoración por más de seis meses sin causa aparente. Además se tienen en cuenta otras cuestiones: la distribución bilateral y simétrica, alteración de la calidad de vida, haber comenzado antes de los 25 años, presentar como mínimo un episodio por semana, tener antecedentes familiares y la ausencia de síntomas durante el sueño. 


De esta manera, el dermatólogo hace el diagnóstico inicial, establece la severidad e indica el tratamiento más adecuado. En los casos que requieren de simpatectomía torácica se debe consultar con un especialista en cirugía torácica certificado. 


 
¿Hay tratamientos?


* Tratamientos médico-dermatológicos. Son los utilizados inicialmente: 


1) Aplicación tópica de soluciones antitranspirantes con alta concentración de cloruro de aluminio. Es más efectiva en la hiperhidrosis axilar, puede ocasionar irritación local y sus resultados se aprecian luego de 5 días de tratamiento. 


2) Mediación oral con anticolinérgicos. No es recomendada por sus efectos adversos, principalmente cardiovasculares. 


* Tratamiento inyectable con toxina botulínica. La inyección local con toxina botulínica en la dermis produce un bloqueo del estímulo nervioso hacia la glándula sudorípara. Ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de hiperhidrosis axilar donde el área a inyectar es limitada. Luego de la aplicación se observa una reducción de la sudoración mayor al 50% en el 95% de los pacientes. La duración del efecto es de aproximadamente 9 meses pudiendo repetirse el tratamiento. 


* Tratamiento quirúrgico: 


1) Simpatectomía por videotoracoscopia. La intervenciónconsiste en la sección de la cadena simpática a nivel de la tercera o cuarta costilla. Se requiere anestesia general y se realiza en forma bilateral simultánea y requiere un día de internación. Está indicada en hiperhidrosis palmar severa que no responde a tratamientos médicos, asociada o no a hiperhidrosis axilar. Los resultados son satisfactorios en el 96 al 100% de los pacientes con hiperhidrosis palmar y superior al 90% en la axilar.El procedimiento es irreversible y la disminución de la transpiración se observa de manera inmediata. El efecto adverso más frecuente es la llamada hiperhidrosis compensatoria, que consiste en un aumento de transpiración en áreas que no transpiraban previamente. Este efecto tiende a disminuir con el tiempo y es severo en menos del 10% de los pacientes. 


2) Otros procedimientos quirúrgicos son utilizados con poca frecuencia para la hiperhidrosis axilar con la intención de eliminar las glándulas sudoríparas. Los métodos empleados incluyen láser, curetaje (raspado), escisión (extirpación). 
 
 
Asesoró: Dr. Gustavo Lyons- Especialista en Cirugía Torácica. Miembro de la Asociación Argentina de Cirugía. MN (72.758).