Millones. Se estima que unos 50 millones de hombres se han sometido a una vasectomía en todo el mundo; sólo en Estados Unidos se realizan unas 500.000 de estas cirugías al año.

El 67 por ciento de los varones que se hicieron una vasectomía puede volver a ser padres con sus propios espermatozoides mediante un tratamiento de fertilización asistida, afirmaron especialistas, que destacaron que ‘ya no es un método anticonceptivo permanente‘.


‘En la actualidad, muchos varones que tras haber tenido hijos se sometieron a una vasectomía vuelven a querer ser padres, en la mayoría de los casos porque han formado una nueva pareja‘, comentó el especialista en Medicina Reproductiva Santiago Brugo Olmedo.


El también director médico del centro especializado Seremas, detalló que en la Argentina ese tipo de situaciones ‘comenzaron a verse en los últimos tiempos, ya que hasta el 2006 estaba prohibido realizar esas intervenciones en el país‘.


La vasectomía es una cirugía mínimamente invasiva -que se puede hacer con anestesia local y sin internación- que corta los conductos deferentes, que conducen los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. Así, después de una vasectomía, los espermatozoides no pueden salir de los testículos.


La medicina actual ofrece dos caminos a quienes se practicaron una vasectomía para volver a concebir: una cirugía llamada ‘vasovasostomía‘, o un tratamiento de reproducción asistida. La primera opción, a la que recurre entre el 10 y el 15 por ciento de los hombres, busca revertir la vasectomía al unir el conducto deferente, con la ayuda de una lupa o microscopio quirúrgico para que vuelvan a pasar los espermatozoides, lo que se consigue ‘en el 90 por ciento de los casos‘.


‘De acuerdo con el tiempo transcurrido entre la vasectomía y la cirugía destinada a revertirla, el paciente tendrá mayor o menor calidad espermática en el semen luego del procedimiento. Eso significa que no todos los pacientes que logran la reversión podrán ser padres sin ayuda de la reproducción asistida, aun cuando tengan espermatozoides en el eyaculado‘, explicó Brugo Olmedo.


Precisó que eso se debe a que el testículo ‘va sufriendo alteraciones que afectan la cantidad y calidad de espermatozoides que fabrica‘. ‘Cada vez son menos, de peor movilidad y morfología. Por el contrario, el tiempo transcurrido desde la vasectomía no influye en la tasa de embarazos cuando se consigue mediante la reproducción asistida. El resultado no cambia si los espermatozoides son de mejor o peor movilidad, si son muchos o muy escasos‘, agregó.
En tanto, en el varón vasectomizado que opta por un tratamiento de reproducción asistida, los espermatozoides se obtienen a través de una punción testicular. ‘Así ayudamos a que el espermatozoide llegue al interior del ovocito, que es la gameta femenina. Luego, de ellos depende que se logre la fertilización‘, explicó Sabrina De Vincentiis, especialista en Embriología Clínica y directora del Laboratorio de Embriología de Seremas.


Según datos relevados por los especialistas, el 67 por ciento de los varones vasectomizados logra concebir con sus propios espermatozoides mediante un tratamiento de fertilización asistida, en parte porque se trata de ‘hombres que fueron padres de forma natural con anterioridad, lo que sugiere que no tienen problemas de fertilidad‘, apuntaron.


‘Otro factor es que en general el promedio de edad de los varones vasectomizados que quieren volver a ser padres ronda los 50 años y el promedio de edad de las mujeres con las que formaron nueva pareja está por debajo de los 35, edad promedio menor que la de las mujeres que consultan habitualmente por problemas de fertilidad‘, agregó Brugo Olmedo.

Efectividad

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vasectomía es el método anticonceptivo masculino ‘más efectivo y seguro‘, con una tasa de efectividad ‘mayor al 99 por ciento‘. En muchos lugares del mundo la vasectomía es uno de los métodos anticonceptivos más utilizados.


En la Argentina, las vasectomías se realizan legalmente desde 2006, ya que antes estaban prohibidas por el Código Penal. Pero la Ley 26.130 estableció que ‘debe ser realizada en forma gratuita en hospitales públicos y cubiertas por obras sociales a varones mayores de 18 años que la soliciten‘, y especificó que ‘no hace falta autorización de la pareja ni es requisito haber tenido hijos‘.


‘A los tres meses de la vasectomía se debe realizar un espermograma de control para determinar que ya no quedan espermatozoides en el semen y confirmar la efectividad del tratamiento‘, advirtió Brugo Olmedo, quien aclaró que luego de la intervención ‘el volumen del semen no sufre ningún cambio‘ y que tampoco ‘provoca problemas sexuales, porque no afecta la erección ni el deseo‘. Télam