Estornudar es la respuesta involuntaria de su nariz a la irritación de la misma. Abundan tradiciones con respecto a los estornudos, y muchas están arraigadas en creencias culturales acerca del poder de un estornudo. Una de ellas indica que el corazón deja de latir momentáneamente durante un estornudo, esencialmente matándolo por un instante, así que necesita ser bendecido.

Una explicación racional para la exagerada atención puesta sobre los estornudos proviene del siglo VI, cuando la Plaga Negra mató a la mitad de la población de Europa. Estornudar era un síntoma de la enfermedad, y se veía como una señal de muerte inminente. Entonces las personas comenzaron a decir "salud" con la esperanza de que la persona que estornudaba no sucumbiera a la infección, o, dicen algunos, como una bendición final.

A continuación, la verdad sobre las afirmaciones vinculadas a él:

Su corazón deja de latir cuando estornuda

Aunque puede parecer que su corazón toma un descanso durante un estornudo, en realidad este no es el caso. Cuando primero inhala antes del estornudo, incrementa la presión en su pecho. Entonces, como exhala energéticamente durante el estornudo, la presión disminuye. Las alteraciones en el flujo sanguíneo a su corazón producidas por estos cambios de presión, pueden afectar el ritmo cardiaco. Sin embargo, la actividad eléctrica en el corazón marcha sin problemas.

Es imposible mantener los ojos abiertos durante un estornudo

Dado que el reflejo natural de la mayoría de las personas es cerrar los ojos cuando estornudan, es una creencia común que es necesario parpadear mientras estornuda. De hecho, los nervios que van a sus ojos y nariz están conectados de cerca, y estimular uno tal vez podría generar una respuesta en el otro. Sin embargo, no hay razón real de que sus ojos deban estar cerrados cuando estornuda, y algunas personas en realidad son capaces de mantener los ojos abiertos durante un estornudo.

Es peligroso mantener los ojos abiertos durante un estornudo

No es verdad. Las pocas personas que pueden mantener naturalmente los ojos abiertos mientras estornudan los logran mantener firmemente dentro de su cabeza. Además, no se ha reportado que mantener los ojos abiertos con sus dedos cuando estornuda cause problemas oculares serios. De manera más importante, no hay mecanismo físico involucrado en un estornudo que pueda hacer que sus ojos se salgan. Aunque la presión sanguínea detrás de los ojos puede incrementar ligeramente durante un estornudo, esta fuerza breve y pequeña no está en algún lugar lo suficientemente cerca para sacarlos de sus cavidades. Esto es algo bueno, dado que sus párpados probablemente no serían capaces de sostener sus globos oculares dentro si en realidad un estornudo fuera lo suficientemente fuerte como para sacarlos.

Mirar luces brillantes puede hacer que algunas personas estornuden

Según un estudio, aproximadamente el 30% de las personas padecen del llamado "estornudo fótico" desencadenado por mirar una luz brillante. La respuesta parece ser adquirida en lugar de heredada, y para la mayoría de las personas no es un fenómeno consistente (no estornudarán cada vez que vean al sol). La causa del estornudo fótico aún se desconoce, pero algunos investigadores especulan que la luz brillante desencadena a los nervios involucrados en el estornudo al estimular la retina o pupila, o al causar que la persona haga el bizco. En personas susceptibles, dicha estimulación cruza las señales nerviosas que normalmente inducen al estornudo. El estornudo fótico no lo puede perjudicar.

Aguantarse un estornudo puede dañar su audición

Cuando estornuda, se estima que el aire que expulsa viaja alrededor de 100 millas por hora. Tratar de aguantarse de dicha fuerza tan grande (por ejemplo, al aplastarse la nariz) empuja el aire dentro del tubo de Eustaquio, el cual conecta al oído medio con el tímpano. Re-dirigir un estornudo como ese en teoría podría dar como resultado un tímpano roto y la pérdida auditiva, la cual se puede esperar resolver mientras no se repita la práctica. Esto es diferente a contener que ocurra un estornudo inminente en primer lugar, para lo cual no se ha asociado daño.