Neumonía, meningitis, infección en la sangre e inflamación del oído. Depende del lugar en el que se declaren los síntomas, la enfermedad neumocócica puede adquirir una u otra denominación. Pero en todos los casos se trata de una bacteria llamada Streptococcus pneumoniae (neumococo) responsable, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la muerte de 1,6 millones de personas al año en todo el mundo. 


Los individuos en los extremos de la vida son los más vulnerables a la infección por neumococo, pero si bien los niños menores de 2 años suelen tener mayor riesgo de contraerla, un estudio reciente determinó que gracias a las nuevas y mejores vacunas, la enfermedad neumocócica en los más pequeños está disminuyendo dramáticamente en América Latina; en cambio, la carga de la enfermedad estaría cambiando hacia la población de mayor edad. "Vacunarse es la forma más efectiva de prevenir la enfermedad neumocócica; las autoridades sanitarias recomiendan que lo hagan los mayores de 65 años y todos los individuos entre 18 y 64 años con factores de riesgo. A partir de este año para estar mejor protegidos indican un esquema secuencial de dos vacunas", afirmó Francisco Nacinovich, jefe de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) y miembro de la Comisión de Vacunas de la SADI. 


"El esquema secuencial consiste en la aplicación de la vacuna conjugada contra neumococo 13 valente y luego la vacuna contra neumococo polisacárida 23 valente. La vacuna 13 valente produce mayores títulos o concentraciones de anticuerpos y tiene estudios de eficacia contra neumonía en personas mayores. La aplicación de ambas vacunas asegura una mejor protección para los grupos de adultos de mayor riesgo (mayores de 65 años, adultos de cualquier edad con inmunosupresión, enfermedad pulmonar o cardíaca crónica, tabaquismo, alcoholismo, diabetes, enfermedad renal y hepática crónica, fístulas de líquido céfalo-raquídeo, entre otras)", explicó Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del Cemic y Coordinador de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). 


La vacunación secuencial contra neumococo tiene como propósito reducir la incidencia, complicaciones, secuelas y mortalidad por neumonía y enfermedad neumocócica invasiva en Argentina. "Aunque cualquier persona puede sufrir una infección por neumococo, los mayores de 65 años y los individuos entre los 18 y 64 años con al menos 1 factor de riesgo, son los más vulnerables para padecer cualquier forma de enfermedad por neumococo incluyendo neumonía y enfermedad grave por este germen. Si bien pueden aplicarse la vacuna antineumocócica en cualquier momento del año, es conveniente aprovechar la vacunación antigripal para también aplicarse esta vacuna ya que protege contra infecciones respiratorias", agregó Bonvehí. "El neumococo puede afectar cualquier órgano del cuerpo, pero es el aparato respiratorio en toda su extensión al que con más frecuencia ataca. Puede producir tos, fiebre, decaimiento, malestar general y, en casos severos, dificultad respiratoria, infección generalizada (sepsis) y eventualmente la muerte", detalló Nacinovich. 
 

DOS APLICACIONES. La campaña consiste en la aplicación de la vacuna conjugada contra neumococo 13 valente (VCN13) y luego la vacuna contra neumococo polisacárida 23 valente (VP23N). 

Gratis y en todo el país 
 
En el año 2011 el Ministerio de Salud de la Nación incorporó de manera universal al calendario nacional de vacunación, la vacuna conjugada 13 valente para niños menores de 2 años y continuó con la vacunación de adultos mayores y personas en riesgo con vacuna polisacárida 23 valente. Todas se encuentran disponibles en todos los vacunatorios, centros de salud, puestos sanitarios y hospitales del país. Es importante concurrir con la libreta sanitaria o documento de registro de vacunas para dejar constancia escrita de las vacunas recibidas. Los mayores de 65 años no requieren orden médica para vacunarse. Las personas entre 2 y 64 años con indicación de vacuna contra neumococo, deben presentar orden médica detallando en la misma el grupo de riesgo al cual pertenece.