Son muchos los mitos acerca de lo que pueden y no hacer las embarazadas. Uno de ellos es que no deben teñirse el pelo durante la gestación. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cosméticas han desarrollado una gran cantidad de productos libres de sustancias tóxicas para el bebé que se está desarrollando en el vientre. La mayor preocupación de los especialistas es que las tinturas contienen compuestos químicos como el amoníaco y el agua oxigenada, aunque la concentración de estos productos es muy baja. Entonces, ¿pueden dañar la salud del bebé?

Con Bienestar habló con el obstetra Oscar Guetmonovitch (M.N. 47.026), quien aseguró que las embarazas pueden teñirse el pelo, pero aclaró que deben usar tinturas libres de amoníaco, como el henna. “El cuerpo absorbe el amoníaco a través de la piel y es tóxico para el bebé”, afirmó el especialista.

-Beneficios del henna, la tintura sin amoníaco

-No contiene sustancias tóxicas.

-No decolora el cabello, por lo que no lo estropea.

-Da un color muy natural.

-Aporta grosor y fuerza, por lo que se recomienda en personas con el pelo fino y quebradizo.

-Da brillo.

-Cubre solo las canas.

Por su parte, cuatro obstetras consultados por HuffPost, coincidieron en que las tinturas normalmente no están en contacto con el cuero cabelludo tanto tiempo como para provocar daños. Angela Lamb, directora de dermatología en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, aseveró: “Simplemente no está en contacto con la piel el tiempo suficiente como para que se absorba en el torrente sanguíneo de forma que pueda ser peligroso para el bebé. Mi valoración es que no pasa nada al teñirse el pelo”.

En tanto, Jennifer MacGregor, del centro dermatológico Union Square Laser Dermatology de Nueva York, le explicó al mismo medio lo siguiente: “Aunque un cuero cabelludo intacto debería absorber muy poca tintura, un corte o un arañazo pueden provocar un aumento en la absorción”, por lo que recomendó evitar las sustancias con amoníaco, independientemente de si se está o no embarazada.

Otros especialistas, en cambio, recomiendan teñirse el pelo una vez superado el primer trimestre de embarazo, ya que es el tiempo en el que se forman los órganos del bebé. No obstante, para la obstetra Cynthia Gyamfi-Bannerman no es necesario esperar: “Hay mujeres ultraconservadoras durante el embarazo, pero realmente no hay ninguna razón médica consensuada que demuestre que sea necesario evitar las tinturas”, opinó en HuffPost.

Fitzgeraldo Sánchez, director de dermatología en el Maiden Lane Medical de Nueva York, explicó que el principal problema que se puede sufrir al teñirte el pelo con tinturas con amoníaco es “una irritación o alguna reacción alérgica al entrar en contacto el producto con la piel”. Por último, Gyamfi-Bannerman concluyó: “El consenso general y la información que les da el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos a sus pacientes es que, en términos generales, se considera que el uso de tinturas es seguro en embarazadas”.