Es riojana y comenzó cuando era un adolescente, a los 15 años, en las huestes del radioteatro. Ella recuerda que, en sus años mozos, los prejuicios le hicieron difícil el camino: "A mis hermanos les molestaba acompañarme, a mi mamá no le gustaba por el qué dirán y me mandaba a la cama sin comer; y mi papá, que era director de la cárcel, se sacaba el cinto para pegarme. Sufrí y lloré mucho pero, después, mi madre lo aceptó", evoca.

En 1966, se creó la Comedia Provincial y ella entró por concurso. Allí, hoy continúa trabajando con ensayos diarios y subiendo a escena con Arritmia y Chito un chino de lo último, además de actuar en De mis contares padezco con el grupo Macondo. En 2003, ganó el premio a la trayectoria en el Festival de Mendoza.

Tiene 72 años y 57 al servicio del arte. Sin embargo, aún se sorprende de sus energías: "Todavía puedo correr, arrodillarme y memorizar cuatro obras, por eso agradezco a Dios", recuerda esta madre de 4 hijos que hace 17 años tuvo que aprender a vivir sin una de sus hijas (fallecida a los 24 años) y que tiene 8 nietos.