Rafael Nadal le brindó una auténtica exhibición a Juan Mónaco, donde sólo cedió cuatro games frente a Pico. Pero entre ambos existe una gran relación de amistad que se forjó en el circuito profesional y entonces el zurdo no dudó en ir hasta el vestuario de Mónaco para consolarlo tras abrir la serie final de la Davis. La buena relación entre Nadal y varios integrantes argentinos es más que conocida, tal es el caso de su vínculo con Juan Martín Del Potro. De hecho, en la previa el tandilense, que mañana lo enfrentaría a Rafa en el cuarto match, sostuvo que "somos amigos antes y después de la final. En el medio, ni vamos a hablar".

Incondicionales. Unos dos mil argentinos, situados en diversas partes del estadio La Cartuja, desplegaron todo su folclore para alentar al equipo ‘albiceleste‘, pese a la derrota ante España. Ajena a lo que expresaba el marcador, la hinchada argentina sostuvo a los tandilenses Juan Mónaco primero y Juan Martín Del Potro después y estallaron ante cada punto favorable al equipo de Modesto ‘Tito‘ Vázquez.

En la tercera bandeja, la más alejada al court central, se ubicó el grupo que orquestó el aliento argentino, con los cantos típicos de cada competencia de un representativo nacional. "Olé, olé, olé, cada día te quiero más. ¡Oh, Argentina, es un sentimiento, no lo puedo parar!", atronó en La Cartuja y generó hasta la sorpresa del propio rey Juan Carlos, ubicado en uno de los palcos.

Muchos hinchas locales, incluso, giraron en las gradas para filmar con cámaras y celulares el colorido de los grupos argentinos que animaron el clima en la fría tarde sevillana.

Hasta el himno del equipo español, sobre la base de un tema del grupo ‘La Mosca‘, tuvo el sello argentino en una tarde de fiesta, al margen de los resultados

Problemas. La lluvia que azotó el mediodía en España dejó en evidencias goteras en el techo del estadio de Sevilla y entonces el polvo de ladrillo se mojó más de lo adecuado. Así, hubo que tratar de dispersar el agua caída justo en el centro del court. Otro punto donde se lo cuestionó al recinto fue por la ubicación brindada a la prensa escrita, pues la colocaron a casi setenta metros de los jugadores. Un error que ya se dio en la serie del 2004 con España.