INICIATIVA. Las docentes y auxiliares del CDI Monigotes y Garabatos fueron quienes propusieron la idea de armar un ropero comunitario. Muchos vecinos donaron ropa.

El Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Monigotes y Garabatos, de la localidad calingastina de Tamberías, atraviesa la pandemia con una tarea de educación y solidaridad. Puso en marcha un ropero comunitario, proyecto de las docentes y del área de Acción Social del municipio, que tuvo dos objetivos fundamentales: enseñarles valores a los niños y ayudar a las familias que atraviesan por una situación económica angustiante tras el cachetazo del coronavirus.

Pese a que los niños no asisten al CDI por el aislamiento social, siguen participando de diferentes actividades educativas de manera virtual. Una de ellas fue trabajar en un proyecto solidario que fue la creación de un ropero comunitario en el que trabajaron en forma conjunta el equipo docente del centro conformado por 3 docentes, 3 auxiliares y un coordinador; el municipio de Calingasta y las familias de los chicos. Esta iniciativa surgió por necesidad de la gente. "Tanto las docentes como el municipio entramos en contacto con familias que a raíz de la cuarentena quedaron en una mala situación económica por la falta de trabajo. Por eso surgió la idea de hacer algo para ayudarlas, pero aprovechando para enseñarles a los niños el valor de ayudar. Y los padres contribuyeron mucho para concretar todo esto", dijo Samanta Orellano, al frente de la dirección de Acción Social.

La funcionaria agregó que las docentes comenzaron a trabajar el tema de la solidaridad con los chicos y sus padres, enviándoles actividades para realizar en familia, mientras que el municipio se encargó de realizar un relevamiento para conocer las familias que más necesitaban contar con un ropero comunitario. Luego, desde ambos ámbitos, se lanzó la campaña para conseguir donaciones de ropa. La convocatoria se hizo a través de los medios de comunicación y de las redes sociales con buenos resultados. "Muchos vecinos colaboraron con ropa. Se contactaban con nosotros y pasamos a buscar las donaciones. Luego nos pusimos en contacto con las familias carenciadas para ver qué prendas necesitaban y llevárselas a domicilio. Pudimos ayudar a 20 familias", dijo Orellano.

Como hay más personas que necesitan este tipo de ayuda, el ropero comunitario del CDI Monigotes y Garabatos seguirá funcionando. Para este mes está previsto que realice una nueva campaña para conseguir donaciones de ropa para poder ayudar a más familias.

Matrícula

31  son los niños de entre 45 días y 3 años de edad que asisten al CDI en Calingasta. Ahora continúan con actividades virtuales desde sus casas.