Hoy se conoció la historia de Manuel Gutiérrez, un abuelo de 80 años que vive en un rancho de Caucete, con un grave estado de salud. El anciano pasa sus días en silla de ruedas, tiene una sonda y se encuentra desnutrido y deshidratado. Además, tiene las piernas ennegrecidas e hinchadas, con una gangrena avanzada, moretones y llagas en diferentes partes del cuerpo.  

El jubilado es asistido por un sobrino, quien es el que lo ayuda en lo que puede, porque trabaja todo el día, según contó. Por este motivo, difundió la historia junto a las alarmantes imágenes, solicitando ayuda de manera urgente. 

Sin embargo, desde Gobierno aseguran que están al tanto de la siguación de Manuel y que incluso mañana recibirá una vivienda digna, pero que no se deja ayudar. 

"Es un caso en el que venimos trabajando, es un hombre que está muy deteriorado. La semana pasada estuvimos en el domicilio y no había nadie. En ese momento él estaba en el hospital. Hay una falta de atención propia de que hay una sola persona que lo puede cuidar y además de la patología que sufre", aseguró Mabel Morales, titular de la Dirección de Políticas para el Adulto Mayor, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano.

"Mañana se le hace una entrega de vivienda. Esto no es por su situación, ya estaba previsto. Ahora está en el hospital, la intendenta trabaja en el caso. También está el tema de que el señor no se quiere ir a otro lado, entonces cuesta un montón. Hay cosas que nos exceden a todos, porque también dependen de decisiones de las personas", agregó.

Según Morales, Manuel permite que lo lleven al hospital y lo curen, pero no se quiere quedar debido a que no quiere dejar su casa. De hecho, la mudanza prevista para las próximas horas ya representa un desafío al que esperan responda de la mejor manera. 

"Necesitamos una pericia psiquiatrica para poderlo internar. La residencia está abierta y estando estabilizado lo llevamos. Pero es una situación muy compleja", concluyó.

Por su parte, el sobrino del anciano había manifestado que su tío "tiene PAMI, así que ahora tengo que buscarle un médico de cabecera para que lo vea y derive a un infectólogo. Eso significa que voy a perder unos días de trabajo y eso me preocupa porque su jubilación no alcanza para nada y no tenemos ningún tipo de ayuda. Recién ahora decidieron darle una casa digna, cuando terminen de erradicar el asentamiento. Antes dijeron que no le correspondía por la edad, pero cuando vieron su estado de salud cambiaron de parecer. Espero que todo mejore".