Dream Team. Alejandro Mestre se considera un "hacedor de equipos". En su empresa su grupo de trabajo está integrado por jóvenes de 31 a 38 años.

Para ellos el trabajo en equipo es la esencia de sus modos de hacer. No hay una opinión que valga más que otra, cada una tiene su propio peso en pos de un objetivo común. Este es el concepto con el que trabajan en JLM Industria SA, la firma sanjuanina que fabrica productos destinados a las terminaciones constructivas de obra, con líneas de pintura como Kolormax y Durapro, además de revestimientos como Revestikol, mezclas adhesivas y aditivos para obras. "En mi empresa buscamos un liderazgo compartido en el que todos puedan aportar sus propias ideas", definió Alejandro Mestre (34), director general de la firma, quien concibe al liderazgo desde el trabajo conjunto y el profesionalismo pero sin dejar de lado la parte humana de las personas a la hora de conformar un equipo competitivo.


Su experiencia personal es la que forjó esta visión que hoy es la impronta de JLM, nombre que ahora identifica a la ex Kolor Max y en honor a su padre y fundador, José Luis Mestre. "Mi padre falleció en 2006 y con menos de veinte años tuve que vivir una transición forzada, mis hermanas y yo seguimos con la empresa pero en lo personal fue un camino que me permitió aprender que lo humano y ser competitivo pueden estar alineados", explicó Mestre. 


En este sentido su concepción lo llevó a entender que la empresa ya no se rige por jerarquías sino por liderazgos y es así que la firma tiene un equipo de proyectos integrado por líderes. "Tenemos nuestro líder industrial, comercial, de administración, laboratorio y contabilidad, con ellos tomamos decisiones en conjunto y luego cada uno la transmite a su área", explicó. Al respecto vale decir que el equipo está integrado por profesionales que van desde los 31 a los 38 años, en consonancia con esta tendencia de apertura hacia los grupos jóvenes en la industria. "Es algo que fue cambiando, en empresas familiares como la mía muchas veces es difícil incorporar este perfil porque sigue arraigado el liderazgo personalista del fundador o dueño, sin capacidad de delegar; en nuestro caso hoy conviven muchas personas con capacidad de liderazgo porque se les da lugar y se les permite que puedan liderar", detalló. 

Costado humano. El "lado humano" de los empleados es importante en JLM. Se trata de una característica que para ellos también hace a la competitividad.


Al margen de su apertura, es reacio a los rótulos. Mestre no se considera un líder sino más bien un "hacedor de equipos", como se define, en el que su rol dentro de la empresa es el de conformar grupos con líderes comprometidos. "Es como en el fútbol, no se trata de comprar jugadores, sino de jugar un partido con ellos y en la empresa es así, el trabajo diario en conjunto en el que hay que saber escuchar también", detalló. 


En cuanto a los cambios que se perciben en la industria sanjuanina, considera que hoy hay mayor dinamismo y nuevas miradas sobre lo organizacional a partir de la incorporación de personal en el rango de los 30 a los 40. No opina lo mismo respecto de los más jóvenes, el de los 20 a los 25, grupo al que considera muchas empresas locales aún no están preparadas para recibir. "Es un tema cultural, son los millenials, que exigen libertad y un cierto ambiente de trabajo que no es lo estandarizado y en eso hay muchas industrias a las que aún les cuesta generar adaptaciones", dijo.


En virtud de los nuevos tiempos las expectativas a futuro para JLM tienen que ver con la reconversión en el presente, sostenido en el liderazgo joven. "Estamos atravesando la revolución de la industria 4.0. Allí tenemos que apuntar y es allí donde hay que dar lugar al liderazgo joven para que la industria pueda reconvertirse", cerró Mestre.


2019
es el año desde el cual la ex Kolor Max pasó a ser JLM Industrias, sigla en honor a su fundador, José Luis Mestre.