1 Hay que ventilar periódicamente los espacios con aire acondicionado. Y cumplir con limpieza periódica de los aparatos, de lo contrario se favorece la formación de hongos o bacterias en el artefacto y se transmite por el aire.

2 El ruido de los aires acondicionados puede ser perjudicial porque, si bien pasan desapercibidos, cuando se abandona el lugar o se apaga la instalación se pone en manifiesto el ruido que a veces puede hacer padecer sensación de pérdida auditiva temporal.

3 Los bebés requieren un cuidado especial porque aún no desarrollaron los mecanismos de regulación de la temperatura corporal, por lo que conviene que duerman al menos con una remera y una sábana liviana.