Sin descanso. Los abuelos de la Residencia del Adulto Mayor Eva Duarte bailaron cuarteto sin descansar durante el festejo del cumpleaños de varios de los residentes. 

Estaba programado que la fiesta comenzara a partir de las 19, pero tuvo que arrancar una hora antes por el entusiasmo de los abuelos. Fue ayer durante la celebración del cumpleaños de los adultos mayores que se hospedan en la Residencia Eva Duarte. En esta ocasión la celebración tuvo un tinte carnavalesco y los abuelos se divirtieron bailando cuarteto y arrojando nieve artificial. En el evento también participaron los niños de los barrios cercanos.


Pedro Reina se olvidó del dolor postoperatorio y fue uno de los primeros en llegar a la fiesta. Lo operaron de una hernia y a pesar de que aún debe hacer reposo, no quiso perderse el festejo. Incluso fue uno de los primeros en salir a bailar cuarteto cuando arrancó la celebración.


Faltaba una hora para comenzar con el festejo, y el comedor de la Residencia ya estaba colmado de abuelos, ansiosos por divertirse. A esa hora algunos ya estaban disfrazados con pelucas multicolores, gorros y collares. Ante esta situación, los organizadores del evento decidieron arrancar antes.


Primero llegó el ágape para todos los presentes con jugo natural de naranja y una gran variedad de masitas dulces y semitas caseras. Pero los abuelos sólo ‘picaron’ algo rápidamente para poder comenzar con el baile en el que nadie se quedó afuera. Hasta quienes están en sillas de ruedas se movieron al ritmo del cuarteto, ayudados por sus compañeros.


A mediado del baile los abuelos recibieron nieve artificial para potenciar la diversión y la estrategia dio buen resultado. Ninguno quiso sentarse para descansar un rato.

Los abuelos continuaron bailando, rodeados por una custodia personal. Fueron los chicos de limpieza que se encargaron de secar en forma permanente la humedad que la nieve artificial generó en el piso. Lo hicieron para evitar que alguno de los bailarines resbalara y se cayera.


Llegó el momento de soplar las velitas y el baile se detuvo, aunque el receso duró sólo hasta que los cumpleañeros cumplieron con esta tarea. 


El baile volvió a detenerse cuando el personal de cocina llegó con las pizzas recién sacadas del horno. En esta caso los abuelos comieron sin ningún tipo de apuro, ya que quisieron recuperar energías para continuar bailando. De todos modos sólo pudieron bailar por unos minutos más porque había llegado la hora de ir a dormir.

Tortas gigantes

Pamela Chávez, una beneficiada con el Programa Ellas Hacen, fue la encargada de elaborar las tortas para la fiesta. Hizo 3 gigantes, rellenas con postre de chocolate, dulce de leche y durazno. Nadie se quedó sin probar este postre.

Disfraces para todos

Los abuelos pudieron disfrazarse para participar del festejo de los cumpleaños. Usaron sombreros, capas, antifaces, pelucas multicolores y collares. Los niños se disfrazaron de animales para participar de la fiesta.