Arrancaron sus funciones con mucha popularidad y marcando presencia en diferentes eventos tanto a nivel departamental como provincial y nacional. Pero, debido al coronavirus, pasaron de la máxima exposición a estar confinadas y lejos de poder cumplir con su rol. Se trata de Lucía Ponce, Embajadora Nacional del Sol; Camila Flores, Anfitriona Nacional de la Uva y el Vino; Milagros Alonso, Paisana Nacional de la Tradición; y Agustina Morán, Representante Nacional de Santa Lucía, que le contaron a DIARIO DE CUYO qué actividades realizan para sobrellevar la cuarentena lo mejor posible.

Las chicas coincidieron en que pese a cumplir con el aislamiento social obligatorio, no perdieron popularidad. A través de las redes sociales no sólo mantienen contacto con sus seguidores, sino también con personas desconocidas que las contactan para pedirles algún tipo de ayuda. Todas, además de colaborar con las tareas domésticas y realizar distintas actividades para entretenerse, dedican parte de su tiempo a la solidaridad.

Confesaron que no les resulta fácil sobrellevar la cuarentena, pero que este encierro les está dejando una enseñanza.

Embajadora del Sol

  • Amor de madre y deseo de superación

 

Lucía Ponce dice que hace "de todo un poco" para sobrellevar la cuarentena, pero que se enfocó en dos actividades principalmente: ser madre de tiempo completo y seguir trabajando en su superación personal.

"Con la Fiesta del Sol, la etapa de capacitación y los viajes que comencé a hacer como Embajadora, representando a la provincia, estuve mucho tiempo alejada de mi bebé, Leyran, de 3 años. Por eso estoy aprovechando el aislamiento para ser madre de tiempo completo. Disfruto con él cada actividad que realizo, incluso lo tengo a mi lado mientras estoy tomando clases virtuales. Es que también decidí enfocarme en seguir capacitándome. Ya terminé un curso de Turismo Sustentable y ahora estoy haciendo otro relacionado también con el turismo y uno de inglés. Pero también me doy tiempo para darme algunos gustos personales y ayudar a los demás", dijo.

Lucia contó que siempre le gustó tocar la flauta dulce, pero que tenía poco tiempo para dedicarse a este hobbie. Pero ahora puede hacerlo y ante un espectador muy especial, su hijo. También confeccionó barbijos, cofias y batas para donar al personal de Salud y fue un nexo solidario. "Por las redes sociales me contactó gente que necesitaba ayuda con mercadería porque la estaba pasando mal y yo me encargué de conectarla con el área municipal correspondiente. Y lo mismo hice con los grupos proteccionistas que necesitaban colaboración con alimento para los perros callejeros. En ambos casos también hice una contribución con donaciones. Es que con esto de la cuarentena aprendí que lo mínimo que uno haga por el otro tiene un gran valor, sobre todo cuando se trata de cuidarnos entre todos. Y que hay que dedicarle tiempo a las cosas que nos hacen sentir bien para mantenernos sanos y felices", sostuvo.

Representante de Santa Lucía

  • Una maestra contra el aburrimiento

 

A Agustina Morán le está costando mucho sobrellevar el aislamiento sin "perder la cabeza". Es que vive en un consorcio con sólo un pequeño patio en común donde "salir a tomar aire por un rato", siempre y cuando no haya muchos vecinos haciendo lo mismo. Y por otro lado, pasa casi todo el día sola porque su mamá trabaja sin descanso. Ambas situaciones la llevaron a buscar una alternativa para sentirse mejor. Se convirtió en maestra ocasional y ad honorem. "Tengo dos vecinitas, de 6 y 8 años, que son hermanas, y que no dan abasto para realizar las tareas que les manda de la escuela. Entonces me ofrecí a ayudarlas y esa me está haciendo muy bien a mí. Con ellas me distraigo y me olvido por un rato de la tristeza que siento cada vez que me llama mi abuelo llorando porque extraña verme. Yo soy su regalona y siempre lo visitaba. Lo extraño mucho", dijo.

Pero el rol de maestra de apoyo de Agustina, trasciende el ámbito escolar. Es que también se dedica a entretenerlas. Les da clase de gimnasia y patinaje artístico, actividad a la que se sumó otra vecinita del consorcio. "Me siento muy bien con esto y con poder ayudar a otros a estar mejor. Por las rede sociales me uní a varios grupos protectores de animales y les ayudo a conseguir adoptantes para los perros y gatos callejeros. Pero mi ayuda también es para personas necesitadas. La otra noche vi desde el balcón a un hombre revolviendo las bolsas de basura. Impulsivamente le grité que no se fuera y bajé para darle algo de mercadería. Al otro día hice una campaña entre mis vecinos y conseguí una importante donación de mercadería y ropa para entregarle. Esto me hizo sentir muy bien y comprender que esta pandemia puede sacar lo mejor de cada uno. Que sólo hace falta aprender a valor lo poco o mucho que uno tiene, especialmente los seres queridos", sostuvo.

Anfitriona de la Uva y el Vino

  • Apasionada por el arte y la tecnología

 

Camila Flores, Anfitriona de la Fiesta dela Uva y el Vino, nunca pensó que usaría tanto las videollamadas, ya que muy pocas veces hizo una antes de que comenzara la cuarentena. Pero esta es la única opción que tiene por ahora para hablar y ver a sus hermanos y sobrinos. Aprovecha cada contacto para contarles todas las cosas nuevas que está haciendo para superar el aislamiento.

"Me faltan horas para hacer todo. Hago los trabajos de la facultad, cocino improvisando recetas con los ingredientes que hay en mi casa, hago gimnasia y tomo mate con mi mamá que es lo que más me gusta. Pero también estoy explotando mi lado artesanal. Reciclo materiales para hacer macetas que luego pinto y utilizo para hacer macetas donde planto diferentes tipos de cactus. Es una tarea que me encanta sobre todo porque me permite bajar un cambio y sobrellevar mejor el aislamiento", dijo.

Con este objetivo también dedicó tiempo a aprender a tejer al telar con las clases que le dio su mamá. Y a esto le sumó la degustación de diferentes variedades de té con lo que logró descubrir sabores que nunca se le hubiera "ocurrido probar". También se da tiempo para ser solidaria y tramitar ayuda en el municipio de Caucete para la gente más necesitada. "Con el aislamiento aprendí que todos somos vulnerables y que debemos aprender a vivir con eso. Y lo importante que es cuidarnos nosotros mismos pero también a los otros. El encierro y la soledad son situaciones muy malas, cosa que ya sabíamos, pero que peligrosamente olvidamos. Creo que con esto todos vamos a aprender a valorar más a la gente que nos rodea y a vivir de otra manera, con lo fundamental que no son las cosas materiales. En definitiva, a ser mejores personas para uno mismo, para nuestros seres queridos y para el mundo", sostuvo.

Paisana de la Tradición

  • Vida familiar y mucha solidaridad

 

Milagros Alonso confesó que extraña la vida cotidiana y la rutina diaria que tenía antes de que comenzara el aislamiento social obligatorio. Y que por eso trató de enfocarse en las actividades que la reconfortan para salir adelante: compartir mucho tiempo con la familia y ayudar a los demás. "Lo que más extraño es poder ir a las clases de danza y participar de los ensayos que era algo que lo hacía de lunes a sábado y era mi cable a tierra. Pero, encontré otras cosas que me ayudan a superar el encierro. Trato de estar todo el tiempo posible con mis seres queridos. Vivo con mi mamá y mis abuelos maternos, pero también me doy tiempo para visitar y compartir tiempo con mi papá, su esposa y mis tres hermanos menores. Esto me hace sentir contenido y más segura. Pero, hay otra actividad que estoy realizando y que me hace sentir plena. Es ayudar a los demás", dijo la actual Paisana de la Tradición.

Milagros contó que junto a su madre y abuela confeccionaron barbijos, con materiales que les proporcionó el municipio de Jáchal, que luego donaron a personal de Salud y a efectivos de la Policía. Y que ahora está colaborando con el área del Desarrollo Social de la municipalidad en la realización de un relevamiento poblacional para conocer en qué condiciones están viviendo los vecinos este aislamiento y sus necesidades. "Conociendo estas realidades voy a comenzar una campaña solidaria por las redes sociales para ayudar a la gente que se quedó sin trabajo y que está pasando muchas necesidades. Creo que si todos ponemos un granito de arena vamos a poder salir de todo esto que ahora nos angustia. A pesar de lo malo que es la pandemia también le encontré un buen punto que es que puede lograr que cambiemos y nos convirtamos en personas más empáticas y solidarias", sostuvo.