Este martes por la mañana comenzó en San Rafael el juicio oral a Julieta Silva (30), la mujer acusada por la muerte de su novio, el rugbier Genaro Fortunato (25).

A poco de comenzar la primera audiencia, Silva declaró. Primero hizo un relato detallado de todo lo que ocurrió en la noche de la muerte del joven rugbier y después contestó preguntas del fiscal y del abogado de la querella.

Con lagrimas en los ojos y secándose el rostro con un pañuelo, Silva inició su exposición detallando pausadamente y con tono bajo y monocorde todo lo ocurrido, ordenado cronológicamente.

Silva relató que iban cinco personas en el auto de una amiga al boliche y que casi chocan con un colectivo. Por eso, Genaro le dijo a Julieta que mejor fueran en su auto. "Genaro estaba raro, sacado", continuó Silva sobre lo que había ocurrido adentro del boliche.

Sobre lo que sucedido segundos antes de la muerte de Genaro, Silva relató que tras salir del boliche se subieron al auto, que Fortunato se subió en el asiento del conductor y puso las llaves en el vehículo, pero que enseguida le dijo que la esperara, y bajó del auto. Cuando vio que volvía a la puerta del boliche, ella se pasó al asiento del conductor y puso en movimiento el auto. "Yo estaba ya cansada de toda la situación, de lo mismo toda la noche, me quería ir. Me crucé al asiento del conductor, puse el auto marcha atrás, cuando lo acomodé en dirección a Las Vírgenes, él me aparece por mi ventanilla y me golpea con las manos abiertas; me golpeó como dos veces y yo salí. La última vez que me golpea él se despega del auto haciéndose para atrás, como dejándome ir (...). Fue la última vez que lo vi", declaró Silva.

Y continuó: "Hice como 150 metros o más y me arrepentí de haberlo dejado y quise volver. Y tenía en mi mochila su celular. Hice una U y me volví. Cuando volví, volvía buscándolo, del lado izquierdo, donde estaba estacionado el auto, estaba mirando para ese costado, pasé por una parte oscura, (...) como un túnel oscuro, mirando para este costado (izquierdo); sentí un movimiento del auto, una sensación de que había pisado un pozo y seguí".

Tras tomar de un vaso de agua, Silva siguió. "Vi que venía cruzando un chico en diagonal, en el medio de la calle, hacia mí. Cuando llegué un poco más cerca a él me di cuenta que era el de la playa de estacionamiento. Él me hace una seña, me levanta la mano. Yo agarré mi mochila porque pensé que me quería cobrar; me había ido sin pagar. Bajé la ventanilla y me dijo: "Lo atropellaste".

Al concluir su exposición, cuando Silva respondió preguntas del fiscal Fernando Guzzo —por el Ministerio Público— y luego del abogado de la querella, Tindaro Fernández. A él le aseguró que no tuvo discusión alguna con Genaro en el boliche inmediatamente antes del episodio en el que el joven murió.

La Justicia deberá resolver si Silva le pasó por encima con su auto de manera intencional o si fue un accidente. El caso generó repercusión nacional de inmediato: el jugador de rugby que muere a la salida de un boliche después de una discusión con su pareja. Ella, jugadora de hockey, separada y cinco años mayor, le pisó la cabeza y es la villana para la familia y los amigos del joven. El acababa de enterarse de que iba a ser papá con su novia de la adolescencia.

Fuente: Clarín