Una familia decidió denunciar en la Policía a una clínica de Capital en medio del dolor. Sucedió después de que, Fernando Ángel Cano ingresara a Terapia Intensiva y saliera de allí sin el anillo de oro que llevaba en su mano izquierda. Poco después, el hombre falleció y, a pesar de los insistentes pedidos, la alhaja que además de un valor monetario tiene un importante valor emocional para la familia, no apareció.

"Con toda la impotencia y dolor que hoy me toca contar el mal trago que, a mis hermanos, mí mamá y a mí nos toca pasar, al intentar encontrar un anillo que le pertenecía a mí papá y que no ha sido devuelto entre sus pertenencias antes de morir en el Sanatorio CCI, que pertenece al Grupo Mitre", comentó María Fernanda Cano Falcón, una de las hijas del hombre refiriéndose a un anillo de oro macizo de sello, heredado y que tiene las iniciales de su abuelo.

Y relató que "mí papá, Fernando Ángel Cano, ingresó a Terapia Intensiva el 16 de julio y durante el periodo de 20 días, donde no pudimos ingresar a visitarlo, no teníamos idea de la falta del anillo. El día 4 de agosto, mí mamá María Lucía, al entrar por primera vez a la habitación donde estaba mí papá inmediatamente notó la falta del objeto en cuestión en la mano de su marido. De inmediato les pidió el anillo al personal de enfermería que se encontraba cerca y le aseguraron que debía estar con sus pertenencias o en la habitación".

Para continuar: "Entre la angustia, la esperanza y los temores por el delicado estado de salud de mí papá, fueron pasando los días y no hicimos un reclamo formal o denuncia. Solo preguntábamos a guardias de seguridad, personal de enfermería e incluso a médicos a cargo del sector de Terapia. La respuesta reiterada que recibimos fue que iban a iniciar una investigación y que no había de que preocuparse, porque el lugar posee cámaras que ayudarían a esclarecer la desagradable situación. El 21 de agosto mi papá fallece, luego de haber estado internado 36 días en esa clínica. Pero todavía no tenemos una respuesta favorable del sanatorio o del Grupo Mitre sobre el reclamo. Solo recibimos increpancias por parte de una trabajadora del lugar que nos dijo 'es su palabra contra la mía'".

Ante la situación, el pasado 8 de septiembre la familia decidió hacer una denuncia formal en la Comisaría Tercera, de Capital.

"La mayor impotencia, es saber que a un hombre vulnerado y débil le robaron mientras estaba luchando por su vida. Es repudiable pensar que hay gente que aprovecha estas situaciones, para cometer este tipo de actos, siendo cubiertas por autoridades institucionales. Para mí y mí familia este asunto no puede quedar en la nada, es por nuestro papá, y hasta que esto no sea resuelto tendremos que seguir con la angustia por la falta empática de algunos, que ven a la gente como un número más", reflexionó la mujer, quien aseguró que su papá no se quitaba el anillo, que tiene un valor estimado de entre $170.000 y $200.000, en ningún momento y por eso es tan importante para ellos.