Otras aristas. Jimena dice que muchas veces la restricción de acercamiento implica además la obligación de manutención por parte del agresor. "Se ayuda a las víctimas desde muchos aspectos, eso es lo más gratificante que tiene mi profesión", asegura. 

Luego de una década de profesión y más de ocho años dedicados al asesoramiento y apoyo legal de mujeres que sufren violencia de género, la abogada Jimena Corona resalta la imperiosa necesidad de realizar "siempre" la denuncia ante cualquier tipo de situación de violencia: verbal, moral, física o psicológica. "La mujer debe entender que ante cualquier indicio de violencia, sea un insulto, un golpe o maltrato moral debe realizar la denuncia, para evitar daños mayores a futuro", explica. 


La profesional dice que "para que se genere todo el procedimiento y hasta llegar a la prohibición de acercamiento se debe ratificar tres veces la denuncia. Esto significa que no necesariamente procede una situación penal a la denuncia que se realiza, denunciar no significa que alguien deba ir preso sí o sí. A su vez todo es anónimo y el denunciado nunca se entera de la situación. A las mujeres víctimas de violencia les da mucho miedo hablar en términos penales, también piensan que denunciar significa tener plata para pagar un abogado, y esto no es así, todo procede de oficio, nada tiene un costo para la mujer violentada. El sistema actual funciona muy bien y ampara de manera muy asertiva".  


Según la abogada, hay casos de tratamiento y asesoramiento que duran hasta más de veinte años. "Recuerdo un caso que me tocó seguir de cerca con el equipo de psicólogos, donde una mujer estuvo dos décadas en tratamiento y consulta para poder salir de la situación de violencia y la depresión que eso genera. Finalmente cuando ratificó las denuncias correspondientes nos enteramos que estaba pensando en el suicidio. Superar eso son las cosas que te llenan el alma, poder ayudar de verdad a otro ser humano", confiesa Jimena.