Después, llegó el momento de la presentación del chimbero Raúl Vaca y el calor de todos los presentes se hizo visible en su cara. La temperatura subía cada vez más y combinada con el frío de afuera generaba una especie de vapor que fluía entre la gente. Las botellas de agua y gaseosa brillaban en las manos de los integrantes del jurado y el público intentaba opacar el calor con grandes vasos de cervezas y melones con vino.

El paso de las candidatas que desfilaron una y otra vez bajó los ánimos de la gente, que ya no sabía con qué abanicarse. Pero la elección levantó nuevamente al público, que gritó y aplaudió sin pausa hasta casi las 4 de la mañana, cuando terminó la fiesta. Y demostró que no hay clima que espante al pueblo de Chimbas.