El oficio religioso será a las 19 en la parroquia San Jorge, en la localidad iglesiana de Tudcum, de donde era oriunda la anciana que falleció, según su DNI, a los 96 años, pero según los cálculos que ella misma había hecho en vida, a los 104 años.

Doña Felipa fue una personalidad icónica para los sanjuaninos. Se crió en el campo y se dedicó toda su vida a las tareas rurales, además de criar a 10 hijos. Su trascendencia llegó cuando la gente empezó a acudir a ella por un don que aseguraba tener: "leía" la orina de las personas, y con ese solo dato diagnosticaba los problemas de salud, para indicar tratamientos naturales con yuyos. Como quienes la visitaban acusaban haber sido sanados por ella, su nombre no tardó en hacerse conocer en toda la provincia. Entonces año a año hubo cientos de personas que peregrinaban hasta su casa en busca de la aplicación de su don.

Con el paso del tiempo la propia Felipa empezó a acusar los dolores de la edad y de la dureza de la vida rural. En su último año de vida fue internada tres veces en el Marcial Quiroga. Y en esa última entrada falleció, justo para el Día de la Mujer, convirtiendo a todo el hospital en un velatorio anticipado.