El Ratón Pérez tiene su casita en San Juan. Colorida, con cerco, un buzón para los dientes y con un cartel que prohíbe el ingreso de gatos.

Desde que se instaló en Capital son varios los niños que pasaron por ahí y dejaron su carta junto a su preciado diente y la respuesta llega casi de inmediato: una carta escrita de puño y letra por el ratoncito y un cuento de regalo para colorear.

La tierna iniciativa la tuvo Laura Giménez de Martinazzo, una  jubilada abuela de seis nietos, cuando se le cayó el primer diente a su nieto mayor.  “En junio del año pasado se le cayó el diente a Juan Francisco y el ratón le dejó  las monedas en un hueco del frente de casa. Así fue que descubrimos su casita y decidimos compartirla con el resto”, contó cómplice la mujer ante la mirada atenta de sus dos nietas de 3 años.

La pequeña guarida está ubicada sobre calle Perito Moreno 41 Norte, entre calles Alvear y Paula Albarracín de Sarmiento, en Capital, y aunque para muchos pase desapercibida, a los más pequeños no se les escapa detalle.

El ratoncito tiene pequeños juguetes y macetas que en este tiempo fueron rotos o robados, pero Laura se encarga de mantener el hogar en condiciones.  La “cuidadora” sabe que hay otras casitas en España y en algunos consultorios odontológicos dentro de Argentina, pero  no tiene registros de otros casos en los que sea público.

Cada carta es contestada y además se entrega (ahora por whatsApp) un cuento para imprimir, colorear y disfrutar.

Todavía ninguno de los chicos que pasó por allí tuvo la oportunidad de pescar el momento en que el ratón se lleva los dientes de leche para confeccionar collares y otros adornos, pero no pierden las esperanzas.