El cerrojo que le ha puesto el Ente Provincial Regulador de la Electricidad a la distribuidora local para girar ganancias en medio de la pandemia permitió desgranar un nuevo capítulo ahora que se logró rescatar la resolución completa con los considerandos de la medida, algo que hasta ahora había sido imposible por la poca adhesión del organismo a explicar sus pasos. Se conoció por ejemplo que la distribuidora envió una nota el pasado 28 de mayo solicitando al EPRE una refinanciación de la deuda que mantiene con la provincia, proveniente del préstamo por $1.900 millones otorgado el año pasado para cancelar un abultado vencimiento con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, con el fin de seguir garantizando para los sanjuaninos un servicio eléctrico en condiciones.

La deuda en cuestión tenía meses de gracia, y justo cuando se debía empezar a pagar las cuotas sobrevino la crisis por la pandemia. La actividad económica se paralizó, las pocas industrias que funcionaron lo hicieron a media máquina, y la distribuidora siguió con los mismos costos fijos pero le cayeron los ingresos por la merma que tuvieron las cobranzas y los consumos de energía de los usuarios. Ante ese escenario, la compañía pidió otro salvataje y el EPRE se lo concedió: hizo las gestiones para postergar el pago de las cuotas del préstamo que vencían en abril y mayo, con la aplicación de nuevos intereses sancionatorios, pero conservando una tasa blanda como es la Badlar, la misma que se aplica a todo el crédito. Así se desvanece una de las tantas especulaciones que surgieron, de que la compañía no había pagado una cuota. En realidad, logró refinanciarla.

Pero en definitiva, esos argumentos son los que toma el organismo regulador para fundamentar la llamativa decisión de prohibir el reparto de dividendos mientras dure la emergencia sanitaria provincial por el Covid-19. Y no sólo eso, sino que aun cuando esta emergencia sanitaria termine, mientras siga adeudando plata a la provincia, Energía San Juan tendrá que pedir permiso y lograr la autorización del EPRE para girar ganancias a sus accionistas. Se conoció por fuentes allegadas a la empresa que los accionistas españoles que timonean la distribuidora están enfurecidos, que "se están moviendo", y en la sede local hasta temen que se cansen de los hostigamientos y peguen el portazo. Esa movida sería un factor negativo que incluso llevaría a desincentivar la llegada de capitales extranjeros a la provincia de cualquier índole, señalan. Incluso hay algunas versiones que indican que ya habrían interpuesto un recurso de amparo para frenar la decisión del EPRE. Ellos querían retirar dividendos para pagar impuestos adeudados a la AFIP y ahora creen que un eventual incumplimiento con el fisco podría ser tomado como un argumento futuro para quitar la concesión a la distribuidora. Pero todo queda en el plano de las conjeturas porque las partes de esta historia se han puesto un candado en la boca y no dan información. Eso no quita que las versiones sigan su marcha, y una proveniente de una buena fuente contó que la empresa debe pagar unos $28 millones de Bienes Personales a la AFIP de los accionistas. No pueden tomarlos de la sociedad dueña de Energía San Juan que es Agua Negra, porque es insolvente. Y por eso querían tomarlos de la distribución de dividendos, hasta que se enteró Jorge Rivera Prudencio y les cortó la maniobra con la resolución que se los prohíbe. El argumento es: no pueden pagar el préstamo porque no tienen recursos, y si no tiene recursos no pueden repartir ganancias. No es cuestión de quedar bien con la AFIP mientras le patean para adelante las cuotas del crédito a la provincia.

>> Detalles del préstamo
 

El dinero

El gobierno de San Juan tomó un préstamo de $1.900 millones del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) y pagó la deuda que mantenía Energía San Juan con CAMMESA para garantizar la sustentabilidad del servicio público de distribución de la energía eléctrica en San Juan. El monto se lo transfirió como deuda a la distribuidora.

Las condiciones

El capital se reembolsará en 42 cuotas mensuales, iguales y consecutivas, a partir del séptimo mes de que se acreditó el préstamo, con un plazo de gracia de 6 meses contados a partir del desembolso. El interés es en 48 cuotas mensuales, el 1er vencimiento es el último día hábil del mes siguiente al desembolso, con una tasa de interés Badlar.

Los desembolsos

La distribuidora debe devolver las cuotas del préstamo al EPRE, quien a su vez debió interponer garantías a la provincias por el mismo.

Para eso colocó como garantía la cesión de los créditos de la distribuidora por la bonificación de Tarifa Social y Subsidios, más los ingresos por consumos eléctricos del Estado Provincial.