Mediante un comunicado de prensa, autoridades del Cimyn, la clínica en la que trabajan las enfermeras que fueron sancionadas por haberse negado a asistir a una paciente durante una Interrupción Voluntaria del Embarazo, dieron explicaciones del hecho que ocurrió en septiembre.

"Es importante aclarar que la suspensión fue por negarse a brindar el servicio y la atención a una paciente internada en este nosocomio. La sanción se originó en el incumplimiento de la obligación de brindar el servicio de enfermería con diligencia y colaboración", expresaron.

También aclararon que la "institución al igual que otros nosocomios públicos y privados de la provincia y de la nación, realiza esta práctica como prevé la legislación vigente". Y remarcaron que la IVE (Ley 27.610) solamente la llevan a cabo "los médicos y médicas que detentan ese título habilitante y que según la ley son quienes pueden invocar la objeción de conciencia y no los vinculados directamente a la práctica quirúrgica".

Finalmente, desde la clínica privada aseguraron que su compromiso será que dichas enfermeras "sean respetadas sin discriminación ni persecución ideológica por sus creencias o convicciones, pero abogando por el respeto de las normativas vigentes, como de la asistencia y colaboración a nuestros pacientes".