"Jamás en mi vida vi una cosa así. Caía agua y piedra por todos lados. Fue una locura los 30 minutos donde la cortina de granizo rompió todo'', relató Martín Cano, encargado de una finca en Ullum con 55 hectáreas de vid y donde el panorama ayer en la mañana era propio de una zona de guerra.

Las cifras de los daños que generó el granizo en la tarde-noche del lunes son contundentes e ilustran un escenario desolador: 4.500 hectáreas afectadas y en 2.500 de ellas, la piedra rompió todo lo que encontró a su paso, sin que se pueda recuperar absolutamente nada de los cultivos, según dijeron desde la Secretaría de Agricultura de la provincia. El meteoro fue letal en casi toda la zona cultivada con vides en Albardón; en una franja de unas 100 hectáreas de Ullum -arrancó en el Embarcadero la piedra y llegó hasta El Chilote- que tenían uva para pasa y de mesa. También afectó fincas de La Cañada, en Angaco y una pequeña porción de hectáreas de San Martín y El Mogote, en Chimbas. La semana que viene decidirán si se declara el estado de "Emergencia" o "Desastre" agropecuario. (ver aparte)

En total, las dos granizadas de la temporada -20 de diciembre y 3 de enero- habían registrado daños en 382 hectáreas, y la ocurrida anteayer es sólo comparable con la manga de piedra que destrozó casi 6.000 hectáreas en enero pasado en 25 de Mayo y que perjudicó la uva de exportación; y una que sucedió en febrero del 2007, que arrasó casi 7.000 ha. en la zona Este.

"Fue una manga de piedra muy fuerte. Sabemos que hay zonas de Albardón donde no quedó nada de nada. Es el lugar que más nos preocupa porque fue tremendo. En los otros lugares generó problemas en cultivos pero fue en sitios puntuales. Estimo que el 5% de la superficie cultivada de la provincia fue blanco del granizo'', explicó Marcelo Alós, secretario de Agricultura. Hasta ayer por la tarde, muchos finqueros tenían problemas para ingresar a sus propiedades, ya que los callejones estaban anegados. En el Gobierno estiman que sobre el fin de semana, con las denuncias de daño de los productores, podrán "ajustar" los porcentajes de daño.

Todos los ojos están puestos ahora en Albardón. El desastre es prácticamente total y dicen los que saben que lo que no hizo la piedra lo terminará completando la podredumbre. Las autoridades municipales desconocen cuanto es el porcentaje de productores que disponían de seguro antigranizo, por eso será clave que el Estado salte al ruego con algún tipo de subsidio que atempere el crítico cuadro.

"Estimamos que alrededor de 100 hectáreas se han perdido en nuestro departamento. La mayoría es uva lo que se perjudicó pero sabemos de plantaciones con melones y pimientos que perdieron todo'', dijo Víctor Fernández, intendente de Angaco, donde la piedra sólo se ensañó con el distrito de La Cañada, que está pegado a Albardón.

El "triángulo" en donde limitan Chimbas, Albardón, Angaco y San Martín, ya había sido blanco de la piedra el pasado 20 de diciembre, donde se perdió el 40% de la producción de vid de unas 330 hectáreas.