Está más tranquila, pero no quiere moverse del lugar, aún cuando no se encuentra bien de salud y el sitio está lleno de obreros que ya comenzaron a sacar los escombros. Es que Aurora Montiveros recibió la buena nueva ayer por la mañana. Le harán una casita nueva, después que parte de la suya se derrumbara el domingo pasado y ella se salvara milagrosamente de morir aplastada por el techo de su dormitorio. Fue la Municipalidad de Angaco, en coordinación con Desarrollo Humano, quienes asistieron a la anciana que tiene 86 años y que vive en la Villa Zefair, en ese departamento. Desde la comuna dijeron que en dos semanas más tendrá un lugar acondicionado para que pueda dormir, hasta que le terminen la vivienda, que será similar a los módulos habitacionales que les entregan a los inundados.

Pero esta no es la única buena noticia que la mujer recibió ayer. Los obreros están haciendo lo posible para poder restaurar la cama que quedó bajo los escombros. Es que de todas las pérdidas materiales que sufrió Aurora, la rotura de este mueble es la que más lamentó porque lo tenía desde que se casó. Aurora sigue instalada en su casa a pesar de las malas condiciones, ya que las bases están vencidas y las paredes están agrietadas. Pero como no quiere irse, la municipalidad acondicionó un rincón para que pueda estar un poco más cómoda. La anciana no quiere salir ni para ir al médico. Es que la gente del municipio detectó que tenía los brazos lastimados y tuvieron que mandar una ambulancia con un médico para que la asistiera sin tener que sacarla de su casa.

Aurora no le dijo a nadie que su dormitorio se había venido abajo. Fue un vecino que pasó por allí el lunes pasado y dio aviso a la municipalidad. "Yo no estoy acostumbrada a pedir nada porque siempre trabajé", dijo la mujer, que tampoco aceptó el ofrecimiento de sus vecinos de ir a dormir a otro sitio hasta que terminen de arreglar la casa. Ayer, el intendente de Angaco, Víctor Fernández, envió a un equipo de arquitectos para que analizara el lugar y ver cómo realizarán la nueva construcción. Lo más factible es que, según el funcionario, levanten un módulo similar a los que están haciendo en las zonas que fueron azotadas por las inundaciones. Para ello, el municipio se puso en contacto con Desarrollo Humano de la provincia.

Fue el domingo pasado por la noche cuando el techo del dormitorio de Aurora se desplomó por completo. La anciana se salvó de milagro porque justo esa noche decidió dormir en un catre en la galería de la casa porque hacía calor. Fue el estruendo que produjo la caída de los palos y las cañas sobre los muebles lo que despertó a Aurora. Ayer, los vecinos y funcionarios departamentales la asistieron con colchones, frazadas, ropa y cajas con alimentos.

Las personas interasadas en realizar donaciones pueden dirigirse a Calle Aguilera pasando el Club Angaco, en la Villa Zefair. Aurora necesita ropa, calzado y alimentos.