El líder libio Muamar Kadafi apareció desafiante ayer en la televisión estatal de su país ante las crecientes protestas contra sus 41 años en el poder. "Estoy en Trípoli y no en Venezuela", señaló Kadafi bajo un gran paraguas y asomándose desde el asiento delantero de una camioneta, mientras los cálculos más pesimistas señalan que pueden haber muerto unas 500 personas desde que se iniciaron las protestas para exigir el fin de su régimen.

Reportes de ayer señalaban que el líder había viajado a Venezuela, país gobernado por su aliado Hugo Chávez. En estos últimos días, Kadafi había delegado en su hijo Seif la tarea de comunicarse con la población para expresar la posición oficial con respecto a las protestas de quienes exigen el fin del régimen de su padre. Esa posición de vocero que asume el hijo de Kadafi fue considerada como algo inusual, teniendo en cuenta que el veterano dirigente está acostumbrado a figurar como permanente centro de atención.

Pero ayer, Kadafi rompió el silencio al aparecer por televisión unos 30 segundos. En las imágenes, Kadafi aparece dentro de un coche desvencijado en las ruinas de una de sus casas en Trípoli (capital libia) bombardeada por EEUU en 1986 y convertida ahora en una especie de museo.

"Yo circulé hoy por la plaza Verde (en el centro de Trípoli), yo estoy aquí y no en Venezuela, contrariamente a lo que afirman las emisoras de los perros", afirma el líder libio a un periodista que parece entrevistarle en las fugaces imágenes difundidas por la televisión estatal.

Poco antes, el canal de televisión oficial había anunciado que transmitiría un discurso de Kadafi "en directo" que "desmiente todos los rumores". Sin embargo, el anunciado discurso se redujo a esas fugaces imágenes del dictador cubierto por un gran paraguas.

La televisión estatal exhibió las imágenes del gobernante libio sólo en un par de ocasiones, mientras que mantiene continuamente un rótulo en pantalla que afirma que Kadafi "desmiente todos los rumores".

Las fuerzas leales a Kadafi sostuvieron una batalla cada vez más sangrienta para mantener al veterano líder en el poder.

Las protestas antigubernamentales llegaron a la capital Trípoli luego de días de violencia en el este del país. Residentes reportaron tiroteos en Trípoli y un activista político dijo que aviones militares bombardearon la ciudad.

Saif al-Islam Kadafi, hijo del líder, dijo que las incursiones aéreas tenían como objetivo depósitos de municiones no áreas pobladas en Trípoli y Bengasi, informó la televisión estatal. Saif al-Islam no dio las razones por las cuales los aviones habían llevado adelante los ataques.

"No es verdad la información sobre un ataque de las fuerzas armadas contra Trípoli y Bengasi", dijo a la agencia de noticias oficial Jana, según lo citó la televisión libia. "La incursión tenía como objetivo depósitos de municiones en áreas remotas de zonas no habitadas", destacó.

A última hora de ayer, un grupo de oficiales de las fuerzas armadas libias emitieron un comunicado instando a los soldados a "unirse al pueblo" y ayudar a remover al líder Muamar Kadafi, informó la cadena Al Jazeera. El canal de noticias también dijo que los oficiales pidieron al resto de los soldados marchar hacia Trípoli.