Jenifer Fretes se quedó sin luz cerca de las 4 de la mañana de ayer. A ese problema se le sumó que el agua de la lluvia comenzó a mojarle los pocos muebles que tiene dentro de su pequeño rancho. Es que la lluvia se filtró por distintos rincones del techo, que está hecho con cañas y nailon. Cerca de esa casa, Alejandra Balmaceda tuvo que poner 6 recipientes para tratar de contener las goteras. Uno de ellos estuvo ubicado arriba de su cama, cerca de los pies de su hijo más pequeño, de sólo 5 meses, que estaba durmiendo en ese colchón. Estas postales se repitieron cientos de veces en La Bebida, Rivadavia. Es que unas 300 familias de los asentamientos La Paz, Evita, Pellegrini y La Defensa fueron las más perjudicadas por la persistente lluvia que cayó durante la madrugada y mañana de ayer. Estos vecinos ya se habían visto igual de perjudicados con las lluvias intensas que hubo en enero y febrero.

Arreglos. En varias zonas, los vecinos estuvieron tratando de sacar el agua y reparar los techos.  

Si bien la lluvia afectó a casi todo San Juan, desde los municipios donde ofrecieron asistencia dijeron que no hubo evacuados. Sí ayudaron a familias de Santa Lucía, Pocito, Sarmiento, Chimbas, Rawson, Albardón, 25 de Mayo, 9 de Julio, Angaco, Zonda y Ullum que tuvieron filtraciones en sus casas. Es que según el climatólogo Germán Poblete, la lluvia de ayer fue la más copiosa de los últimos 7 meses. Cayeron al menos 7 milímetros de agua, mientras que en enero y febrero pasado cayeron 17 y 30 milímetros, respectivamente.

En La Bebida los vecinos pasaron el día tratando de cubrir las goteras de los techos. Con nailon, palos nuevos, barro y algunas cañas, buscaron la manera de que el interior de sus viviendas no siguiera mojándose. Cosa que fue muy difícil hasta pasado el mediodía, pues la lluvia cayó sin parar.

Con los pies llenos de barro, con el agua que en algunas zonas llegaba hasta cerca de las rodillas y con frío, los vecinos de los asentamientos mostraron cómo quedaron sus casas. Ladrillos o pedazos de cartón en el suelo puestos unos frente a otros fueron los caminos por los que la gente caminó dentro de la villa. Es que en algunos sectores resultaba imposible poder llegar de un lugar a otro.

Con goteras. En el interior de sus casas muchos vecinos tuvieron goteras. Pusieron baldes hasta arriba de sus camas. 

Niños envueltos en bolsas plásticas y gente caminando agarrados de alambrados para tratar de no caerse fueron otras de las postales que se repitieron en los diferentes asentamientos. Con ladrillos hicieron caminos para poder transitar por el lugar. Es que en estos vecindarios la falta de calles, de casas en buenas condiciones y de cunetas hizo que el agua se acumulara y hasta formara lagunas en algunos rincones.

En estas zonas, la cara de los niños que jugaban en el agua fue muy diferente a la de sus padres, que estaban preocupados porque no tenían dónde estar sin mojarse, pues en algunas viviendas el agua caía de igual manera adentro que afuera.

  • Cortes de luz por la precipitación

Si bien no hubo cortes de luz generalizados, desde el EPRE dijeron que, como consecuencias de la lluvia, hubo algunas zonas del Gran San Juan que se vieron afectadas por la falta de ese servicio. Esto, principalmente en Rivadavia y Chimbas, donde trabajaron para restituir la electricidad a los vecinos.

Según lo que dijeron, en la zona del barrio Rivadavia Norte hubo una falla en el distribuidor que alimenta a ese sector. Este problema fue resuelto cerca de las 11 de la mañana. Mientras que en el barrio Los Andes, que está ubicado en el departamento Chimbas, el corte se dio por la apertura de un fusible de media tensión.