Las horas pasan y Maximiliano Molina, el niño sanjuaninos de 11 años que conmovió al país en su búsqueda de un corazón para seguir viviendo, tuvo una emocionante reacción tras despertar luego de ser trasplantado en el Hospital Italiano en Buenos Aires.

Según relató su tío, Aníbal Agliozzo, pocas horas después de la intervención, el niño abrió sus ojos y de inmediato preguntó por sus papás.

Los médicos permitieron el recuento que “fue muy emotivo”, según relató su tío. Minutos más tarde, Maxi hizo un pedido: quería dibujar. De inmediato le alcanzaron sus cosas, con las que hizo una casita.

“Él sigue acompañado por sus padres mientras es monitoreado y vigilado en terapia. Está dialogando, respira por sus propios medios y está al tanto de todo lo que pasó”, relató su tío. Y agregó que “de todos modos hay que seguir esperando el paso de las horas para terminar de analizar su evolución”.