Al general Marino Bartolomé Carreras, el apodo de Pibe Topadora le llegó el día en que él mismo, subido a una máquina, tiró el frente de un negocio en Mitre y Mendoza, cuyo dueño se había empeñado en defender.

A quien por entonces era interventor de San Juan no le temblaba el pulso a la hora de derribar edificios y poner la ciudad en línea, en plena tarea de reconstrucción post terremoto de 1944. Sin embargo, la cuadrícula de la ciudad se rompe llamativamente en Libertador y Alem, donde la avenida que va de Este a Oeste hace una curva.

Esta circunstancia es un misterio que el historiador Edgardo Mendoza pretende develar con una hipótesis: la de la resistencia del escritor Horacio Videla, cuyo poder e influencia fueron clave a la hora de salvar su casa.

El Pibe Topadora

A Carreras le atribuyen un importante rol en la reconstrucción moderna de la cuidad tras el terremoto de 1944, como la apertura de la avenida Central. Según Mendoza, Carreras tenía ese plan y lo siguió a rajatabla.

‘La anécdota más fuerte es la de la ferretería de calle Mitre y Mendoza, que era de un comerciante de apellido Zunino, muy influyente. Pero pese a eso y a que el hombre prácticamente se atrincheró con tal de defender la fachada de su negocio, el mismísimo general tiró la parte que estaba fuera de línea. Con semejantes antecedentes, es muy llamativo que una de las principales avenidas de San Juan no siga la linealidad y rompa la cuadrícula‘, contó Mendoza.

‘La casa de Videla estaba fuera de línea (para 1957 no existía el edificio que ahora está en la esquina, justo al lado de la vivienda del escritor), pero era un hombre con mucho poder, muy respetado y por eso no se la tiraron. Ningún otro sanjuanino pudo lo que Videla‘, agregó el historiador. Horacio Videla (1905-2000), además de escritor fue vicegobernador.

Mendoza aclaró que no tiene documentación que avale su hipótesis, a la vez que Videla no dejó descendencia. Antes de morir, Videla donó su vivienda a la Universidad Católica de Cuyo y su rectora, María Isabel Larrauri, no descartó la teoría de Mendoza. ‘Si bien yo a Videla nunca le escuché decir algo parecido, jamás se lo pregunté.

Lo de Edgardo Mendoza tiene asidero y me parece una perfecta explicación a la linealidad rota en esa parte de la avenida. Pero también escuché que no tiraron la casa porque decidieron conservarla como símbolo de un tipo de arquitectura pre terremoto‘, agregó.