Grande fue el revuelo que se armó este martes por la mañana cuando familiares, amigos y compañeros de las dos enfermeras suspendidas por el CIMYN por negarse a asistir en una práctica abortiva, se manifestaron para que las autoridades de la clínica reviertan la situación.

Las dos profesionales sancionadas fueron Victoria Soria y Karen Balmaceda, con 2 y 8 días sin goce de sueldo, respectivamente. En un principio, según se supo, el número de días suspendidas pretendían que fuera de 20 días. Soria recibió una sanción más baja porque, a pesar que se negó, la obligaron a asistir a la médica.

El hecho sucedió el 12 de septiembre pasado cuando la médica que estaba al frente de la práctica abortiva de una paciente (menor de edad) pidió que dos enfermeras colaboren con la tarea.

“Lo que nosotros le respondemos es que ‘no’ porque somos objetoras de conciencia (…) Luego nos llama la jefa médica por teléfono, entre tantas cosas que nos dice, que si ignorábamos cuál era la objeción de conciencia y que debíamos a asistir a la médica, le dijimos que sabíamos lo que era. Nos decía que era nuestra obligación”, explicó Balmaceda a Diario de Cuyo.

En el caso de Soria, temerosa de perder el trabajo, decidió ser parte aunque “cerró los ojos luego de poner la chata”, indicaron.

Balmaceda insistió que “jamás” abandonaron al paciente como asegura la clínica y que “la atendimos en todo momento”.